Manuel F. Trillo, uno de los amigos que he tenido la fortuna de hacer en mi corta estancia en InSurGente (Salud, Manuel. Te confieso que lo de Livia fue lo único que me hizo flaquear en la decisión) me envía un recorte de Web Islam en el que se informa de que
"Cabe destacar también la presencia de ciudadanos árabes o españoles de origen árabe en la manifestación de Madrid, que llevaban carteles en ese idioma en las que expresaban su condena a la organización terrorista ETA. Esta presencia árabe se dejó sentir también en Bilbao, Pamplona y otros lugares".Yo decía en mi post de ayer que no lxs había visto. Pero fueron. Y me encanta hacerlo constar. Porque, en efecto, fue estupendo que la inmigración se movilizara y que lo hiciera codo a codo con lxs españolxs. En mi descargo diré que, en el grupo en que me hallaba en la manifa, había alguna persona de edad avanzadísima, lo que restringió bastante mi movilidad. De todas formas, reitero mi alegría al saber que también lxs musulmanxs estuvieron.
O sea que sólo se quedaron fuera la derecha y algunos representantes de la más pura extrema izquierda, de esxs que no se contaminan jamás con la sucia realidad del reformismo y se resignan a que quienes fueron lxs cubran de oprobiosos epítetos, como si estos hubieran pensado en ellxs por un solo instante. Demasiada soberbia para tanta irrelevancia, incapaz de percatarse de que, parafraseando a Sandro Pertini, "la sinistra incontaminata c'è una cosa con la quale, senza la quale, il mondo rimane tale quale".