dissabte, 15 de setembre del 2007

El impacto de la crisis.

Se reúnen los ministros de Economía y Hacienda de la UE en Oporto, ciudad que da nombre a un famoso vino dulce, se supone que para preparar el próximo Ecofin y largan mensajes de tranquilidad y sosiego. El señor Solbes afirma que el impacto de la crisis de las hipotecas basura en los EEUU en Europa será escaso y en España mínimo pues aquí todo el mundo es muy solvente. Los otros ministros repiten que no hay motivos para ser pesimistas. Está por ver que haya crisis.

Claro, en esta crisis todo está por ver; es la crisis del está por ver porque es la de la opacidad. Lo llaman crisis de "confianza", de falta de certidumbre. Esto de los subprime es como lo de los virus: vete a saber quién los tiene. Nadie se fía de nadie, los bancos no se prestan dinero entre sí (a esto lo llaman "crisis de liquidez"), los bancos centrales tienen que intervenir, antes de que el sistema financiero reviente y aun así, a alguno lo pillan. Como es el caso del Northern Rock (vaya con la roca) que ayer sufrió un pánico de sus impositores y sus acciones se desplomaron. Un pánico a la antigua usanza, con colas de gente para sacar sus dineros y meterlos bajo el colchón.

El pánico del Northern Rock se producía en el momento en que los ministros de Economía y Hacienda, reunidos en Oporto, decían que nada de impacto de la crisis de los subprimes en Europa. Por si acaso, el ministro británico de Economía, parte directamente afectada en la crisis de la "Roca septentrional", pide una regulación internacional que garantice la estabilidad bancaria europea, cosa que se me hace complicada. Y el Gobierno español, a su vez, mientras afirma que el sistema fianciero de nuestro país es muy sólido, va a poner en marcha un mecanismo para garantizar el pago de las hipotecas de aquellos que no puedan hacerles frente. Si siendo "sólido" hay que recurrir a medidas del tipo de generar fondos especiales, qué será cuando no sea "sólido".

Convendría que las autoridades comprendieran que sus intervenciones "tranquilizadoras" actúan como intranquilizadoras. El pánico del Northern Rock se produjo a raíz de que éste recurriera al fondo de emergencia del Banco de Inglaterra (BdI) y que este librara el dinero a un interés superior al fijado por el BdI. Precisamente el citado BdI acababa de hacer una de esas declaraciones alarmantes a fuer de estúpidas. Pretende el BdI que sólo acudirá en auxilio de las entidades "solventes" que, por serlo, no necesitan auxilio alguno.

Una crisis de confianza como las que desatan las intervenciones de las autoridades y los bancos centrales que el mercado ya descuenta en cuanto se producen y tienen, a veces, el efecto contrario a aquel para el que se decidieron. Precisamente esta relación entre las crisis y la actividad del banco central es la que ha puesto en solfa el largo mandato de Alan Greenspan al frente de la Federal Reserve que ahora se revisa en sentido crítico, viendo que ha sido siempre una actividad expansionista que, además de provocar la crisis bursátil de 1987, ha alimentado diversas "burbujas". Ya se le conoce como "Mr. Burbujas". La última, esta inmobiliaria merced a la cual los precios de las viviendas se han cuadruplicado y quintuplicado con el riesgo de una crisis en el momento en que esos comiencen a bajar.

Según dicen las gentes informadas la Fed se divide hoy entre partidarios de Greenspan y partidarios de su sucesor Ben Shlomo Bernanke que es como decir entre partidarios de seguir las indicaciones del mercado y partidarios de disciplinarlo algo más. Las dos políticas que pueden seguirse en el capitalismo, un sistema económico que lleva incorporadas las crisis como las sandalias incorporan el polvo de los caminos.

(Las ilustraciones son miniaturas del Livre des très riches heures du Duc de Berry (1498/09) y representan las leyendas de San Jerónimo y San Martín de Tours. Se encuentra en el Musée Condé, en Chantilly).