El 24 de julio de 2015, Felipe VI viajó a Catalunya a algún chundarata de los que le gustan y, en un acto público en presencia del entonces presidente Mas, soltó una de sus habituales sinsorgadas sobre la democracia. Me animé a convertirla en un vídeo que alcanzó gran difusión, cincuenta y tantas mil visitas, o sea, más o menos, lo que los medios llaman "viral". Pasaron más de tres años. Estos días, Felipe VI ha vuelto a prodigarse en público con sus hueras necedades sobre la Constitución y sus amenazas a los catalanes. Eso me ha hecho recordar la carta abierta. He ido a You Tube y me he encontrado que ya totaliza 220.000 visitas. "Será", me dije, "que interesa." Pues nada, a reproducirla aquí, porque entiendo que ilustra a la perfección que este pájaro soberbio, arrogante, autoritario y tan corto de luces como su padre, carece de la manor talla humana y política. Su odioso comportamiento con Catalunya deja en claro que hemos hecho muy bien proclamando nuestra república y haremos mejor consolidándola y saliendo de este marasmo secular de España.