Estos cómicos de la legua aparecen do menos los esperas. Allá van esas compañías de goliardos transhumantes en sentido estricto pues buscan el humus de la humana subsistencia. Y, recuérdese, no solo de pan vive el hombre. La itinerancia es esencial al teatro, que se nutre de la vida. Y esta solo se encuentra en los caminos, transitados por las troupes de comediantes, a veces en suntuosos carruajes repletos de arlequines para solaz del Rey Sol, a veces en desvencijados vehículos que llevan un Zampanò, capaz de romper cadenas con los pectorales, para asombro de chicos y grandes.
La compañía blanc i negre, dirigida por mi amigo Marcel Vilarós, aparece de nuevo de bolos en Vilanova i la Geltrú el próximo domingo con la obra de Marcel, El meu avi va anar a Cuba, en donde Palinuro tiene una breve aparición como general Valeriano Weyler. Y allí irá él, a recitar su papel con el mismo entusiasmo con que el barón de Sousignac, más conocido como Capitán Fracassa interpretaba el de Matamoros en la obra de Gautier. También Sousignac iba a donde la compañía de comediantes a la que se había unido le ordenaba. Como Palinuro con la de Marcel. El general sabe cumplir con su deber.
Nos vemos en Vilanova i la Geltrú, en el Teatro Principal a las 19:00 y deséennos molta merda.