Pues sí, amables lector@s, Palinuro echa el cierre temporalmente. Tiene acumulación de trabajo. Necesita más tiempo y fuerza es ir a sacarlo de donde lo hay: en el blog. Cuesta, cuesta, no crean. Los blogs pueden resultar adictivos. Son tan íntimos como diarios y tan públicos como el pregón del alguacil en la plaza del pueblo al mismo tiempo. Son ventanas para asomarse a ver y ser visto. Hay muchos títulos de blogs que transmiten esa idea o propósito, muchas "atalayas", "castillos", "observatorios", "vigías", "disparaderos", "troneras". Es nuestro refugio y el modo de comunicarnos. ¡Cómo no va a costar!
Palinuro ya se interrumpió una vez en el pasado por idéntico motivo: sobrecarga de trabajo. Y luego retornó. Es su destino. Ahora lo volverá hacer. No está claro cuándo porque anda atareado con algún libro que otro y alguna que otra traducción, además de su quehacer cotidiano. Es imposible calcular el tiempo, pero no será mucho.
Ha vuelto a sopesar las alternativas: espaciar las entradas, resumirlas, sobre todo ahora que el Nuevo Palinuro tiene una interfaz más compleja, más de página web y permite desplegar mayor cantidad de temas. Pero no merecen la pena. Apenas ahorran tiempo y dan al producto un aire más distante y más aburrido.
Es un momento crítico, sin duda. Se precisan voces independientes y no solo argumentos de partido y bandería o consignas sectarias. Pero ya hay muchas, muy meritorias y nadie es imprescindible.
Es un momento crítico, sin duda. Se precisan voces independientes y no solo argumentos de partido y bandería o consignas sectarias. Pero ya hay muchas, muy meritorias y nadie es imprescindible.
La imagen es un cuadro de Salvator Rosa (1615-1673), titulado Filosofía, en la Galería Nacional de Londres, y la inscripción reza; "Calla, a no ser que lo que tengas que decir sea mejor que el silencio".