Hace unos días, la presidenta de Castilla-La Mancha, después de contar los sueldos que recibe y de ver si le había llegado algún sobre más, encontraba tiempo para llamar nazis a los ciudadanos que participaban en escraches. De igual modo, algunos de esos mercenarios que el PP tiene repartidos por los medios a razón de una pastuqui por insulto (y siempre de dineros públicos, claro) también maullaban que los nacionalistas catalanes son eso, nazis.
¿Pura ley de Godwin? Desde luego. Y algo más. Algo más porque todos estos acusadores proceden de un partido franquista, fundado por un ministro de Franco que, como sabe todo el mundo, excepto los granujas a sueldo que se sientan en cierta real academia, era un dictador totalitario, un golpista, un asesino y un genocida. O sea, un nazi. Y los que heredan su espíritu y lo defienden a día de hoy, nazis.
Pero no crean ustedes que Palinuro exagere un ápice. Ahí tienen ustedes la prueba: que un país considere legal una organización nazi, como Falange Española (en todas sus divertidas variantes, incluida la de los independientes aznarinos) ya tiene pecado. Que esa organización reciba una distinción honorífica por los motivos que sean clama al cielo. Que esa distinción honorífica le sea impuesta por la delegada del gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna, es decir, por la autoridad "democrática" competente no solo es una mofa y una befa de los valores democráticos que esta dama simula representar sino un escarnio a la memoria de las víctimas de estos asesinos hoy condecorados.
Esos son los nazis.
Que en el acto estuviera presente un regidor municipal del PSC explica hasta qué punto la izquierda de este país ha abdicado de sus principios y valores y se presta a colaborar con el crimen.
¿Quieren ustedes más nazis, nazis de verdad? Ahí tienen ustedes el ayuntamiento de Santoña, del PP, que, a instancias de otro falangista (o sea, un nazi) ha decidido reinaugurar un monumento a Carrero Blanco, el criminal al que Franco nombró presidente del gobierno y ETA quitó del medio por un procedimiento expeditivo, ¡37 años después de construido y emplazado! Con ello los protagonistas, además de probarse nazis, frisan la más profunda estupidez, si es que ambas cosas no son lo mismo.
En este caso, al menos, los socialistas han votado en contra y los de UPyD, haciendo honor a sus credenciales democráticas, se han abstenido.
Si quieren ustedes encontrar nazis no miren a la PAH o a los nacionalistas catalanes. Miren al PP que es en donde están, como todo el mundo sabe, incluidos ellos mismos, los mismos que en un alarde de proyección neurótica, llaman "nazis" a los demás.