El abrazo de Castel Gandolfo. Esos dos angelicales ancianos en sus albas vestiduras son quizá lo más cercano que podamos imaginarnos al reino de los cielos, a donde ahora se llega en helicóptero..
Entre tanto, aquí en la tierra, el caso de Chipre pone a prueba el sistema político europeo. Es una muestra más del proteico carácter del capitalismo, capaz de convertirse en su contrario para sobrevivir. Esa quita del 20% de todas las imposiciones superiores a 100.000 euros es una medida que cualquier partido de izquierda aplaudirá incluso con mala conciencia por no haberse atrevido a tomarla él. Pero el gobierno chipriota es muy de derecha. Y ¿qué hace un gobierno de derecha adoptando medidas de izquierda? Obviamente, refundar el capitalismo.
No podemos saber en qué pensaban en concreto aquellos líderes, como Sarkozy, que prometían la refundación del capitalismo en los primeros momentos de la crisis actual. Pero sí podemos ver que los gobiernos aplican a la crisis como soluciones las medidas que la provocaron. Hasta que dejan de hacerlo y aplican las de la oposición, como esa quita del veinte por ciento. Una medida claramente confiscatoria y que afecta a los más pudientes, una medida de izquierda pero adoptada por un gobierno de derecha, prueba evidente de su validez.
Desde el comienzo de la crisis las autoridades han venido advirtiendo de que España no es Irlanda, ni Grecia, ni Portugal, ni, ahora, Chipre. Claro, España es España, desde luego pero ¿por qué no habría de adoptar una decisión de tipo chipriota, una tasa sobre los depósitos bancarios? Al fin y al cabo eso es lo que es la política de austeridad impuesta por el gobierno. No se tocan los depósitos bancarios pero se reducen los sueldos, se aumentan los impuestos, se establece todo tipo de tasas y exacciones a la población del común que equivalen a una quita pero en donde quienes pagan más son los que tienen menos. Por eso el gobierno no impone tasas a los depósitos bancarios. Prefiere sacarle a la gente el dinero literalmente del bolsillo.
Hay quien dice, para encontrar una lógica insider, que la mayor parte de los depósitos superiores a 100.000 euros en Chipre son rusos. O sea, Chipre nacionaliza recursos rusos. Antaño un caso como este podía ser un casus belli. Hoy, la guerra no es pensable, al menos de momento. Pero esa es consideración anecdótica. La cuestión principal es que un gobierno de derecha adopta una medida típicamente de izquierda porque es buena para salvar el capìtalismo. La pregunta inmediata es: ¿por qué Rajoy no aplica en España lo que ve hacer en Chipre y no lo que vio hacer en Baleares y Valencia?