Londres, Nueva York, Roma, Bruselas son algunas de las ciudades en las que los indignados se han echado a la calle para protestar contra los gobiernos y los poderes económicos y financieros. La consigna es ahora una: pasar de las protestas a las propuestas. Lo mismo que está pasando en España, en donde, a partir de mañana, se abrirán procesos populares espontáneos para enjuiciar a los responsables políticos, económicos y financieros de la gestión de la crisis. ¿Función de los partidos de la izquierda? Llevar esas iniciativas a las instituciones y forzar que se abran los correspondientes procesos políticos y (en su caso) penales contra los responsables de esta catástrofe. Y aquí es donde va a verse para qué sirven los partidos, sobre todo el PSOE, que anda arrastrando los pies con muy mala conciencia respecto a esta crisis.