"Si votas, legitimas el sistema", dicen los partidarios de la abstención. Y si no votas, también. Y además eres políticamente irrelevante.
Es difícil tragar un sistema que lleva cien imputados en procedimientos penales en las listas electorales. Es verdad que no llega al 0,5 por ciento del total de candidatos, pero así y todo, es demasiado. Hay además diferencias cualitativas importantes. Junto a muchos concejales imputados por cosas menores, aparece Camps, presidente de una Comunidad Autonoma. La presencia de Camps en la lista de Valencia ha hecho más por deslegitimar el sistema democrático que el resto de la Gürtel junto. El término candidato, debe repetirse, viene de la toga cándida, blanca, que vestían quienes optaban a cargos públicos en Roma, en señal de su pureza, esa pureza de obra y pensamiento que la leyenda artúrica exige del caballero que conquistará el Santo Grial.
La toga de Camps está llena de chafarrinadas. Puede ser que esto atraiga muchos votos en Valencia pero resulta execrable.
A pesar de todo hay que votar. La izquierda debe votar a un partido de izquierda entendiendo por tal todo lo que va del PSOE a la izquierda, PSOE incluido. El debate sobre si es o no de izquierda puede postponerse para más adelante. Hay cosas más urgentes a que atender. Una de ellas es garantizar que, en donde haya mayorías de izquierda, se formen gobiernos de coalición de izquierda. Para eso no sobra un solo voto.
La izquierda debe votar para ganar y, de no serle posible, para frenar el avance de la derecha, para que ésta no arrolle. Porque si la derecha arrolla, el lunes estará pidiendo elecciones generales anticipadas que se harán con la actual ley electoral y darán posiblemente un parlamento con mayoría absoluta conservadora. De producirse esto ya podemos prepararnos para la recristianización de España (pérdida de derechos de los homosexuales, restricción del aborto, abandono de las políticas de igualdad y cerrojazo a la memoria histórica) y el desmantelamiento del Estado del bienestar. Quienes dicen que el PP y el PSOE son lo mismo faltan tanto a la verdad como Aznar cuando dice que el gobierno socialista es un gobierno extremista y radical. Si la derecha gana abrumadoramente ahora el proyecto de cambio del sistema político se debilita y si gana igualmente en las generales de 2012, ese proyecto muere.
Parece que el 15-M decide hoy en asamblea si sigue con la acampada a partir de mañana, lunes, o la suspende. Suspender no me parece una buena idea. En Barcelona ya están convocando manifas para el mes de junio, prueba asimismo de que la opción de levantar el campo tiene fuerza. Que la decisión se tome antes de conocer el resultado de las elecciones demuestra que éstas no importan gran cosa al movimiento. Y debieran porque según cual sea el resultado, la reforma de la ley electoral tendrá un destino u otro; será o no será. Será si el movimiento mantiene su capacidad de presión mediante algún tipo de órgano objetivo, real, tangible, que sirva para negociar con los interlocutores del Parlamento y para eso ha de constituirse de un modo u otro, eligiendo entre las posibilidades que ofrece la ley.
A su vez según como sea la ley electoral será el Parlamento que salga de las elecciones de marzo de 2012. Será o no posible un Parlamento con mayoría de izquierda que sea constituyente de hecho, capaz de reformar totalmente la Constitución de 1978. Porque esta es la única forma válida de realizar cambios en democracia. Cualquier otra como un golpe de mano, o una insurrección armada, está fuera de consideración. Un Parlamento capaz de aprobar algo como este manifiesto de Democracia Real Ya. Es el primer documento programático claro, factible, sistemático que leo. Se ha avanzado mucho en dos días. El definitivo sin duda será mejor.
Abstenerse ahora es la peor de las opciones.
(La imagen es una foto de ACido, bajo licencia de Creative Commons).