En su ardorosa y documentada defensa de las corridas de toros el senador Pío García Escudero dice que si él fuera toro preferiría morir en el ruedo a acabar en la oscuridad de un matadero tras una vida aperreada de pueblo en pueblo. Vamos que el toro es como el negro de Nicolás Guillén que pedía su pan "de puerta en puerta". Si don Pío fuera toro no podría preferir nada porque habría otro don Pío prefiriendo por él y en su nombre.
Diz el mismo senador que al final Picasso quería ser toro; es posible. Cierto que se veía como el Minotauro. Pero el Minotauro no es un toro sino la imagen de alguien que piensa como un toro y embiste como un hombre.
La próxima visita de SS. Benedicto XVI a esta tierra liberada de sarracenos será un negocio espiritual y económico, promete monseñor Martínez Camino, ese clérigo tan atildado. ¡Quién iba a decir a Cristo que lo refutarían sus propios seguidores y que sí, que se puede servir a Dios y a Mamón al mismo tiempo!
Para que haya postzapaterismo es preciso que haya habido zapaterismo, cosa que no consta, al menos con la densa machaconería que se dio al felipismo.
Seis meses de cárcel por atar a su perro al coche y arrastrarlo durante 700 metros. Bien, muy bien. Y ¿qué condena recaerá sobre los que alancean toros, los matan a golpes, los abrasan o los rematan tras una lucida faena, probablemente porque han nacido para el luto y el dolor? ¿Sobre los que precipitan cabras al vacío?
España ha vivido por encima de sus necesidades, según el gobernador del Banco de España. Ahora le toca vivir por debajo, en justa penitencia. Y ¿quién determina las necesidades justas? Eso es algo tan quimérico como el precio justo o la guerra justa.
Además, el Banco de España, ¿es de España?
La SGAE hackeada a lo grande. Aquí se juega algo muy importante: el derecho de propiedad privada. Uno puede poner un aviso de Prohibida la entrada en un terreno, un bosque, un prado, un local, pero no puede ponerlo al comienzo de una sinfonía o una novela. Algo está mal. ¿No?
El Gobierno teme que Venezuela se convierta en una base de etarras, como lo fue Francia en su día. Pero ¿no era Venezuela el lugar al que otro gobierno español de Felipe González mandaba los etarras a puñados a raíz, creo, de las conversaciones de Argel? Los venezolanos deben de alucinar ante la volubilidad hispana.
Michelle Obama no es la mujer más poderosa del mundo sino la esposa del hombre más poderoso del mundo, que no es lo mismo.
El Fondo Monetario internacional quiere un "plan B" del Gobierno español, por si falla la reducción del déficit, lo que es la vía más segura para que la reducción del déficit falle.
El Danubio bajaba azul para los enamorados...
...ahora, si Dios, que es todo amor, no lo impide, bajará rojo.
(La primera imagen es un grabado de la Tauromaquia de Goya, "Juanito Apiñani en la plaza de Madrid", que está en el dominio público.)
(La segunda imagen es una foto de LuChOedu, bajo licencia de Creative Commons).