El patrimonio entero de los miembros del Gobierno, que se hizo público ayer, se lo ventila don Vito Pastuqui organizando un par de chorizadas, también llamados actos y en cursi eventos, para que la señora Aguirre luzca palmito de marquesa chulapa inaugurando tramos, firmando acuerdos, otorgando subvenciones, premios y otras mercedes, siempre que no le caigan a la asociación de víctimas de la señora Manjón que, por ser ésta roja, sus víctimas son menos víctimas. Los cuarenta mil euríviris de la ministra Aído son la cuadragésima quinta parte de la fianza que el juez ha impuesto al Albondiguilla, hasta ayer próspero alcalde de Boadilla del Monte y desde ayer presunto ladrón desorejado. Gobierno de pobretes.
Lo más divertido de los episodios gurtelianos es la enorme, la sideral distancia, la vertiginosa dsproporción que hay entre los datos de la cruda realidad según van conociéndose, y las respuestas que suscita en las personas e instituciones encargadas de darlas.
La rueda de prensa del señor Rajoy ayer fue un monumento al desatino y un ejercicio prodigioso de marrullería, confusión, impertinencia, sinvergonzonería y simple estolidez. No hay razón específica para la destitución del señor Costa sino el hecho de que se le exige un "plus" de responsabilidad que el compareciente no pudo concretar pero sí dejó claro que no reza con el presidente de la Comunidad, el Curita; ejemplo clamoroso de empleo no ya de dos varas de medir sino de dos sistemas métricos diferentes, uno en pulgadas y el otro en vatios.
Así como la señora Thatcher -musa sarmentosa de estos esquejes neocons- decía que "la sociedad no existe", queriendo señalar que sólo hay individuos, su desaventajado discípulo afirma que la trama no existe sino un puñado de individuos que nada tiene que ver con el PP pero trata de aprovecharse de él. Vaya, Luis "el Cabrón", el Albondiguilla, el alcalde del Jaguar, los tres diputados de la Comunidad de Madrid que se forraron presuntamente en el despiece de contratos públicos, el Costa de las amistades peligrosas, el Curita de los amorosos huevos, todas estas joyas no tienen nada que ver con el PP; pasaban por allí y el céfiro les llenó las faltriqueras de gürteles contantes y sonantes.
No existe una trama Gürtel, sino una campaña de infamias del gobierno socialista con evidente intención de desprestigiar al PP. Esto veinticuatro horas antes de que se sepa que la tropa de (presuntos) chorizos, todos ellos católicos de misa y olla, sobre todo olla, se forró robando en los presupuestos de la visita del Papa a Valencia y que lo hizo con la precisión de una maquinaria compleja perfectamente trabada, un ejemplo de delincuencia organizada con emisarios, testaferros, empresas tapaderas, empresas lanzaderas, contratas, subcontratas, comisiones y lluvia de fastuosos regalos a los cargos públicos del PP que, claro es, no eran cargos, ni públicos ni del PP sino agentes de Rubalcaba.
Fraga interviene diciendo del Curita lo que todo el país piensa y el señor Fabra V de Castellón le recomienda que se retire; él, cuya familia de caciques ya debió retirarse después de la segunda guerra carlista.
La cumbre de la rueda de prensa comentada, el momento que frisa la genialidad es cuando el señor Rajoy dice del Curita: A mí no me ha mentido. Medítese bien en el alcance de esta insólita expresión. ¿Cuál será su significado? Veamos:
- ¿Quiere decir que a los demás sí les ha mentido pero eso no parece grave al señor registrador de la propiedad?
- Si no le ha mentido, se entiende que le ha dicho la verdad?
- Tratándose de un mentiroso profesional como el Curita, ¿cómo lo sabe?
- ¿Por qué no la cuenta él? ¿No se puede? ¿Por qué no se la cuenta a la policía?
- ¿Cuál es la verdad y a cuál verdad se refiere?
- ¿Al pago de los trajes?
- ¿A la amistad con el Bigotes?
- ¿A las adjudicaciones con contratos en fraude de ley?
- ¿A la gurtelización de la visita del Papa?