No parece que las acusaciones del señor Camps respecto a la connivencia de La Moncloa con la Gürtel contengan más veracidad que el veneno de alguna gacetilla amarillenta de la blogosfera confidencial. Una pena, con lo que eso hubiera animado el cotarro, haciendo ver que la corrupción es fenómeno tan universal como el respirar. Me cachis: el ventilador se encasquilló, el embuste no cuajó y la m. se quedó acumulada en el escaño del molt vituperable President.
Debe el Curita retirarse ahora a pensar nuevas tácticas y tiene el tiempo medido porque se le ha rebelado la fronda de los barones territoriales en un curioso paralelismo con el País Vasco en cuanto a las relaciones del gobierno de la Comunidad con las diputaciones forales, quiero decir, provinciales. En este momento el Curita levita y la base de su poder sólo es ya su mucho querer a un juez, un bigotudo y una alcaldesa que en todo, en todo lo imita.
(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).