No sé qué tal gobernará, aunque no me haga muchas ilusiones dado el poco tiempo que debe de quedarle tras el que consagra a la prédica pública, la propaganda, la publicidad de su propia persona, a la presencia mediática en una palabra. Comunicación se llama hoy esa obsesión por ocupar todo el escenario y protagonizar toda la función. Y aquí pocede la señora Aguirre como una valkiria en rapidez y decisión. No bienacabadas las vacaciones y puesto el pie en la capital, y probablemente para celebrar tan portentoso acontecimiento, convoca una cabalgata o rueda de prensa antes de que el señor Rajoy acabe de enterarse del estado de la opinión pública, y larga doctrina para acomodarla a su punto de vista. Es algo en lo que tiene reconocida pericia inusitada pues es experta en la técnica derechista de la proyección, consistente no en defenderse de las acusaciones sino en acusar a tu vez de aquello de lo que te acusan a ti. Desglósense los argumentos de la señora Aguirre:
a) El Gobierno de España ha dejado de serlo de España y se ha hecho del PSOE. Aparte de que no convenga confundir el Gobierno con el Estado es curioso recordar que esta afirmación la haga la presidenta de una gobierno regional, el de Madrid, caracterizado no ya por ser un gobierno del PP sino de un sector dentro del PP.
b) Da por sentado que están produciéndose escuchas de cargos del PP por orden del Gobierno. Es obvio que se trata de ocultar el hecho nada baladí a estos efectos de que el único gobierno sospechoso de espiar y en indagación judicial por ello es precisamente el suyo.
c) El Gobierno ha regalado una televisión de pago a un su amigo. Dicho por la señora Aguirre que, entre otros desmanes, cometió el de regalar una única licencia de radio en Madrid a su amigo Federico Jiménez Losantos. La manía proyectiva es una neuropatía que te permite liberarte del sentimiento de culpa atribuyendo a los demás tus barrabasadas.
d) Lo que más molesta a la dueña, muy consciente de la fuerza taumatúrgica de la imagen, es la foto de los dos cargos del PP esposados uno a otro por la mano derecha, lo que los obliga a un caminar torpe, embarazoso y ridículo. Bueno, si son los protocolos de la policía para tratar con presuntos chorizos, bien estará. Porque es de suponer que la señora Aguirre no estará diciendo que, si los presuntos chorizos son del PP, no hay que atenerse a los protocolos y tratarlos en cambio como si fueran presuntos Aga Khanes.
(La imagen es una foto de Roberto García, bajo licencia de Creative Commons).