dijous, 6 d’agost del 2009

La corrupción todo lo enfanga.

Pues menos mal que hay un ciudadano con dignidad en el Reino. Ese abogado, José Luis Mazón, que ha denunciado al señor de la Rúa por no abstenerse en el procedimiento contra su "más que amigo", el presidente Camps. Por cierto, eso de buscar en el diccionario otro término para calificar la relación entre estos dos señores se orienta ¿hacia dónde? ¿Valdría "hermano", "camarada", "amante"? ¿Qué son el uno para el otro? El caso es que había que hacer presidente del Gobierno al señor Mazón en lugar de esta joya que tenemos que ha nombrado presidente del Consejo General del Poder Judicial y, por ende, del Tribunal Supremo, que ha de ver en casación el auto del Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano, al señor Carlos Dívar, el que decide en función de creencias religiosas en conciencia.

Porque es sorprendente que nadie haya intentado recusar al magistrado De la Rúa al ser manifiesta su amistad (más que amistad) íntima con el acusado. Que dos jueces hayan decidido en contra del parecer de otros cuatro como poco, incluido uno del propio tribunal, así como fiscales y opinión pública mayoritaria por razones de puro amiguismo es un atropello y una vergüenza nacional que toca reparar al Supremo, presidido por el señor Dívar.

Ya sólo por no ver al señor Fabra en la TVE diciendo groserías merece la pena ponerse a actuar , convertirse en un ciudadano participativo, como ejemplarmente ha hecho el señor Mazón, y colaborar a la defensa de la democracia y el Estado de derecho frente a una panda de corruptos presuntamente amparados por los jueces. Que no se puede decir, como hace el señor Tomás Gómez, que el presidente Camps es un político "tocado". No hay político "tocado". Es "agua" o "hundido". No se puede ser político y mentir a la ciudadanía diciendo que se han pagado unos trajes que no se han pagado, ni aunque que te haya librado del proceso tu más que amigo en cuyo caso, obviamente, se puede ser y decir lo que se quiera.

Al PP no le hace gracia alguna que lo llamen partido corrupto pero la verdad es que tiene un frente judicial amplísimo. Ese lío de Mallorca, esa repetición del milagro de los panes y los peces pero con millones de euros suena ya a práctica colectiva cooperativa. Esa ristra de imputados es prácticamente el Gobierno balear del señor Jaume Matas, ministro que fue del de España en donde, al parecer, le dio para comprarse una especie de palacete renacentista o algo por estilo que acabó en los tribunales pero de donde los tribunales lo sacaron, como han hecho con el presidente de la Generalitat valenciana, señor Francisco Camps-yo-me-compro-mis-trajes.

Este auto del TSJPV va a tener un efecto demoledor sobre el ya quebradizo prestigio de la justicia española.

(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).