¿Quieren tener una idea clara, resumida, certera, ágilmente presentada, justa, crítica y completa de lo que está pasando en Italia con ese indescriptible presunto putañero que preside el Consejo de Ministros, amigo del señor Aznar? Vean y escuchen el vídeo grabado por el periodista Marco Travaglio y colgado en Youtube. Está en italiano pero se le entiende tutto.
Encuentro especialmente revelador que Travaglio denuncie la situación en cuanto al derecho a la información en Italia: sólo algunos periódicos informan de lo que está pasando con il Cavaliere y de las televisiones, ni una. Las de propiedad de Berlusconi no mencionan el asunto y las públicas tampoco. Queda un pequeño canal independiente y poco más. En el aspecto informativo, como denuncia Travaglio, los italianos están al nivel de los iraníes o los rusos, esto es, sometidos a la desinformación sistemática y a la censura.
Va siendo hora de que la Unión Europea se dé por enterada del comportamiento autoritario, antidemocrático y censor de este majadero, con sus chanzas y sus bromas de sobremesa de machos. Y si no la UE, el Consejo de Europa, que tan celoso se muestra siempre de las cuestiones relativas al Estado de derecho. Desde luego que la libertad de expresión y la libertad de prensa están muy relacionadas con aquel, y en Italia brillan por su ausencia.
Tampoco estaría nada mal que las primeras damas de los EEUU, Gran Bretaña, Francia, etc que están a punto de asistir a la reunión del G8 en Aquila, Italia, con el mismo Berlusconi de anfitrión, se negaran a hacerlo en protesta por el grosero machismo del Cavaliere y en respuesta a la petición que ha lanzado un grupo de mujeres académicas a este respecto. La petición, con todos mis respetos, me parece corta y contaminada de cierto machismo. ¿Por qué dirigir el llamamiento a las "primeras damas" solamente? Igualmente está previsto que acuda Frau Angela Merkel a la cumbre del G8 y Frau Merkel es también una mujer a la que habrá que suponer cierta sensibilidad frente a las chocarrerías de este impresentable. También ella debiera boicotear el G8 en tanto, al menos, il signore Berlusconi no aclare sus andanzas con menores, veline, aspirantes a actriz y putas; aclaraciones que ya está pidiéndole todo el mundo en Italia, incluida la muy tolerante Iglesia católica... tolerante con las demasías de los ricos, por supuesto.
Grazie, Natalino.