Sorprendente la filtración de la crisis de Gobierno al parecer inminente, para el próximo martes. La largó la SER por la tarde, pobló todos los telediarios de la noche, las ediciones digitales de los periódicos y, sin duda, las primeras de los de papel hoy. Casi parece una noticia difundida por el aparato de propaganda del PP para oscurecer el éxito del presidente del Gobierno al restablecer las relaciones con el mandatario gringo, cual si no quisieran que se difundiese la foto de Obama/Rodríguez Zapatero. Como es poco probable que en el PP dispusieran de esa información, habrá que entender que la filtración proviene del Gobierno o de las filas del PSOE y, si es así, al responsable hay que darle un premio a la estupidez.
De la remodelación del Gobierno venía hablándose hace días, no parecía ser noticia estrepitosa. Y, de ser cierto este rumor, tampoco parece que ésta suponga un cambio radical que obligue a los analistas y comentaristas habituales a decir algo menos trillado de lo que suelen. El señor Solbes se va a casa, que ya la añoraba suficientemente. En su lugar aparece la señora Salgado de quien es difícil decir que sea sangre (o savia) nueva dado que formó parte como alto cargo de los gobiernos del señor González ¡catorce años! (de 1982 a 1996) y ahora lleva cinco de ministra. Veinte años de su vida sin bajarse del coche oficial. Y del incombustible señor Chaves ya no hay nada que decir salvo que lleva aun más años encaramado en unas u otras poltronas.y que ya ha rebasado todos los trienios. Parece un chiste pero el rostro más joven que se incorpora al Gobierno es el del señor Blanco.
La verdad, según escribo este comentario, se me hace cuesta arriba admitir que a este parto de los montes lo llamen remodelación del gabinete. En fin, dicho queda.
(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).