Supongo que a la hora de formular esos vaticinios sombríos del futuro que nos aguarda, los expertos y especialistas del Banco de España habrán hecho complicadísimos cálculos aunque, cuando dicen que hay un "alto nivel de incertidumbre", sospechamos que saben tanto del futuro como los sacerdotes romanos que vaticinaban el resultado de una guerra escudriñando entrañas de aves.
Lo que está claro es que los tales expertos, augurando lo peor a las veinticuatro horas de la cumbre de Londres, ignoran la importancia del factor psicológico en el comportamiento económico. Y dado que los datos sobre los que basan sus aciagas previsiones son anteriores a la dicha cumbre, hubiera sido mejor que se callaran. Como están las cosas, sólo han convecido al señor Solbes, a quien me comprometo a convencer a mi vez de que los asnos vuelan.
(La imagen es una foto de Martius, bajo licencia de Creative Commons).