El diario francés conservador Le Figaro trae hoy una entrevista con el señor Aznar en la que éste exhibe esa actitud tan suya de pronunciarse de modo tajante sobre asuntos sobre los que nadie lo hace y en oposición al sentir mayoritario, prácticamente unánime con lo que la posición es la del entrevistado y nadie más. Así, la culpa de la actual crisis no es del liberalismo sino del fracaso de los mecanismos de regulación y de intervención del Estado en un sector que ya está muy regulado, el sistema bancario. Es decir, la crisis se debe al exceso de intervencionismo o, por decirlo más a lo señor Aznar al intervencionismo a secas, ya que todo intervencionismo por definición es excesivo.
Y cuando se le pregunta qué propone él para remediar tan lamentable situación dice: "Estamos obligados a salvar los bancos porque no hay economía que resista sin un sistema financiero sólido. Pero sobre todo (o sea, lo más importante) hay que hacer reformas económicas. Más flexibilidad y libertad en la economía (lo que debe leerse como despido libre) menos impuestos, menos gastos (especialmente los sociales). Más estabilidad presupuestarioa y menos intervención del Estado". (Los paréntesis son míos). O sea menos intervención del Estado una vez que haya salvado a los bancos.
Cuando el periodista le hace ver que eso es lo contrario de lo que están haciendo los Estados europeos contesta el señor Aznar que ya lo sabe y que por eso saldrán más tarde de la crisis mientras que los EEUU, que son mucho más flexibles, saldrán antes. Al parecer el señor Aznar no se ha enterado de que los Estados Unidos están haciendo lo mismo que los europeos y que en este momento el Estado gestiona ya o interviene directamente en buena parte del sistema financiero.
Creo que estos despropósitos periódicos aznarinos son parte de la sal de la vida pública española. Deberían nombrar al ex-presidente patrono del esforzado columnista que suele tener tema sólo con escucharlo un par de minutos.
(La imagen es una foto de Dr Case, con licencia de Creative Commons).