Nana de Gaza.
Por Carlos Piera.
Qué guapa en la cuna, mi niña adorada,
para que la muerte cuando venga a verte
te encuentre acostada.
Cierra los ojitos, vida de mi vida,
para que la muerte cuando venga a verte
te encuentre dormida.
Duérmete, mi rosa,
para que la muerte cuando venga a verte
sea cariñosa.
Duérmete, ojos bellos,
si hay gatitos muertos por entre las ruinas
jugarás con ellos.
Duérmete, rubí,
y a ver si la muerte cuando venga a verte
se me lleva a mí.
(La imagen es una acuarela de Charles Vernant, Mère et enfant).
Gracias, Carlos.