dissabte, 20 de setembre del 2008

¡Muera el relativismo moral!

En un congreso perfectamente búlgaro de lealtades inquebrantables e inasequibles al desaliento los ultraliberales madrileños del PP, que no son otros que los franquistas del franquismo sociológico de toda la vida, han elegido Presidenta a la señora Aguirre por una abrumadora mayoría del 96,34%. Aunque no se lo crean los lectores, me parece maravilloso qué se fizo del 3,64% restante de los votos siendo así que sólo había una candidatura, la de la presidenta votada represidenta. Debe de ser el porcentaje de los irremediables abstencionistas, ausentes o distraídos ya que no había nadie a quien votar y las papeletas no registran voto en blanco o nulo alguno, lo que también suspende el ánimo. ¡Esto es un partido unido tras su jefa, prietas las filas, recias, marciales y no Izquierda Unida, por ejemplo, que ni siquiera sabe cuántos votan cuando votan! Y no hablemos ya del PSOE, cuyo declive empezó ayer mismito, al decir de la belicosa y sonriente señora Aguirre. Hasta el señor Ruiz Gallardón hacía zalemas a su rival y esgrimía un letrero de "sí" tan grande como una moto. Estará feliz: sus sueños se hacen realidad.

La señora Aguirre soltó un discurso breve pero denso de contenido político según su prensa amiga que es toda la de la capital excepto El País, al que llaman "monopolio" con ese peculiar sentido de la doblehabla que tienen los ultraliberales. Lo que más parece haber gustado a la fiel infantería de papel ha sido que la señora desgranara de memoria y sin chuleta alguna toda la nomenklatura de su equipo. Si yo fuera del PP a mí eso me pondría los pelos de punta porque deja claro que la aguerrida dama lo controla todo con la minuciosidad de un ama de llaves de novela gótica. Aquí no se mueve nadie sin que el Mando tome nota.

Lo que más me llamó la atención de la arenga fue esa contundente expresión de que se acabó el relativismo moral. Mi pregunta inmediata fue: y ¿por qué querrá sustituirlo? La respuesta no menos inmediata: por el absolutismo moral. Eso es lo que va a los neoultraliberales, la fijación de unos únicos valores que excluyan a todos los demás y se impongan a rajatabla, es decir, al modo liberal. No sé si cabe prostituir el término "liberal" con más contundencia que asociándolo a la idea de acabar con el "relativismo moral" que no es otra cosa que la idea de que las sociedades modernas son mestizas y multiculturales y, por lo tanto, en ellas habitan y deben tolerarse mutuamente valores morales distintos. La señora Aguirre quiere substituir esa mezcolanza, ese batiburrillo insufrible, por un solo conjunto de valores morales: los suyos, que dice son los de la mayoría de los españoles. Pudiera ser y aunque me parezca que los valores morales que esta señora profesa no son los que preconiza (piénsese por ejemplo en el mandato de no mentir o de no levantar falso testimonio) quizá sean los de la mayoría de la población. Pero eso no hace que se puedan imponer como únicos. Imponer un único conjunto de valores morales a todo el mundo es algo sencillamente odioso.

Pero es que el odio y la mentira ayer campaban libremente en el congreso del PP. Allí estuvo el Secretario General, señor Granados, diciendo que el PP es "el único partido del arco parlamentario que no fue protagonista del fracaso colectivo de la Guerra Civil". No, simplemente fue fundado por un ministro de Franco y sus filas están a rebosar de exmiembros del Movimiento Nacional y de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS o de alguna de sus variantes, como es el caso del señor Aznar que fue en su juventud miembro de la Falange Independiente. Y si la Falange, el Movimiento y los ministros de Franco no son protagonistas del fracaso colectivo de la Guerra Civil el Pisuerga no pasa por Valladolid.

Lo único que cabe agradecer a este señor Granados, Secretario General del PP de Madrid, es que hable de la guerra civil como "fracaso colectivo". Hasta hace muy poco muchos de sus conmilitones, empezando por el señor Fraga, la llamaban Glorioso Alzamiento Nacional. Tiene razón la señora Aguirre, ¡hay que acabar con este relativismo cultural que llama "fracaso colectivo" a la cruzada de España contra el comunismo!

(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).