dimecres, 30 de juliol del 2008

Ruido : gracias sean dadas a los jueces.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años a un individuo por hacer ruido. Regentaba uno de esos locales de música latina, que sólo de pensar en ellos producen escalofríos por la bulla que tienen siempre y se pasaba en decibelios cosa mala. Un cuadro muy frecuente: una buena gente que vive a expensas de que a unos desaprensivos que jamás tienen en cuenta a los demás cambien su comportamiento. Eso es improbable. La inmensa mayoría de la gente no transgrede la ley por un cálculo egoista de cálculo/beneficio. A quienes sí lo hacen hay que mostrarles en qué consiste el no beneficio o perjuicio. Cuatro años a la sombra la han caído al menda del bar llamado Macumba en Barcelona. Un "bar musical latino", Dios mío. Gracias sen dadas a los jueces que van entendiendo la naturaleza de una de las pestes contemporáneas: los ruidosos. Hagan una prueba: queden una hora, si pueden, en su despacho en el máximo silencio (no radio o tele, no teléfono ni ordenata ni hilo musical) y bajen luego al bar de la esquina a las 12:00 del mediodía. Y eso en los bares es muestra de jumentería colectiva, pero el ruido de los vecinos ruidosos, los que ponen la tele muy alta o gritan a todas horas o ponen música a todo trapo con las ventanas abiertas, eso ya no es muestra de esto o lo otro; eso es un delito, un delito perfectamente tipificado contra la integridad física de las personas. Meter tus ruidos en casa del vecino es meterte en casa del vecino.

El tribunal no ha adjudicado indemnización a favor de los denunciantes, un puñado de vecinos, porque, dice el fallo, no se han practicado las pericias necesarias que prueben que los denunciantes hayan sufrido daños. Querrá decir que midan qué daños hayan sufrido porque poner en duda que soportar durante dos años y medio ruidos que exceden en casi un 300% el límite máximo de decibelios permitido produce no daños sino estragos es ignorar todo sobre este problema de los ruidos y los ruidosos. Que si malos son los ruidos, no digo nada los ruidosos.

(La imagen es una foto de Anniebee, bajo licencia de Creative Commons).