ERC es un partido necesario en España. Además eso de que sea abiertamente republicano y esté recordándolo todo el día me lo hace especialmente simpático. Pero no es por su republicanismo sólo por lo que es necesario en España, sino por su independentismo activo y... pacífico. ERC es la mayor fuerza de deslegitimación del terrorismo etarra puesto que deja bien a las claras que en España se puede ser independentista y gobernar. Y no solamente gobernar, sino gobernar tratando de conseguir la independencia, no nominalmente sino de hecho. Porque uno de los puntos de la propaganda etarra y su entorno mediático es que España no es una verdadera democracia y que en ella no se puede defender el independentismo pacíficamente. Justo la existencia de ERC prueba lo contrario.
Lo que sucede es que lo que quiere decirse es que España no es una democracia porque no cabe obtener la independencia por medios pacíficos. Y eso es otra cosa. Desde luego, está por ver que España (o el Estado espñol) acepte la voluntad de independencia de una mayoría de vascos o de catalanes pacíficamente expresada; pero es que antes hay que ser eso, mayoría. Cosa que sólo puede averiguarse de verdad en estado pacífico, no de guerra. Esa idea de que hay que conseguir a tiros lo que no se ha probado que no pueda conseguirse pacíficamente es el punto negro de ETA, lo que demuestra su falta de legitimidad. Lo que empezó para luchar contra Franco no puede servir después para luchar contra la democracia, salvo que se sostenga, contra toda lógica, que la democracia y el franquismo son lo mismo, que es lo que pregona ETA y muchos apoyan pues, dicen, la democracia procede del franquismo, pero es una procedencia cronológica, genética, no conceptual. Y ya se sabe que los hijos no heredan los pecados de los padres.
Así que es estupendo que haya ERC y que se recupere del batacazo que se dio en las elecciones de nueve de marzo pasado cuando perdió cinco de ocho diputados que tenía en la legislatura anterior en el Congreso. Para hacerlo ha ido por la vía asamblearia, cual es su carácter y ha celebrado elecciones a Presidente y Secretario General, una estructura presidencialista similar a la del PP. Los ganadores son los del continuismo más o menos aggiornato, señores Puigcercós y Ridao. El tripartito, en principio, continuará, pero la nueva dirección de ERC quiere una renegociación, lo que puede ponerlo en peligro o, lo que es más seguro, permitirá a ERC hacer lo que más le gusta: estar en el Gobierno y en la oposición al mismo tiempo. Es un partido de gente inteligente que sabe que lo importante es tener opciones abiertas. Nada que ver con ETA que ha llevado a su equivalente vasca al trullo, por bruta.