dissabte, 26 d’abril del 2008

Los guardianes de la fe.

Los de InSurGente que, de todo lo que hay en la red de izquierda radical, son de lo más potable, abierto y menos sectario, colgaron ayer mi post sobre los insultos del alcalde de Puerto Real, don José Antonio Barroso, al Rey de España, Insultando al Rey. Inmediatamente salió un maestro ciruelo de nombre J. M. Álvarez quien, desde una humilde pertenencia a la clase obrera aplaudía al alcalde Barroso (como si Palinuro se hubiera metido con él cuando lo que hizo fue darle un magnífico consejo), afeaba a los de InSurGente que hubieran colgado el post, sosteniendo que hay mucho más donde elegir y arremetía no contra el artículo, al que apenas mencionaba en un par de volanderas líneas, sino contra el autor, un servidor, por otro nombre Palinuro.

Parécele al humilde perteneciente a la clase obrera, guardián de las esencias izquierdistas y poseedor de la verdad cierta e imperecedera, que el pobre Palinuro no da la talla para que él lo acredite como izquierdista dabuten, por andar enredando por ahí con el PSOE/GAL. Es más, inspirándose seguramente en Lenin, experto en desenmascarar a enemigos del proletariado, ilustra a sus lectores advirtiéndoles de que lo que dice Palinuro de que el PSOE es su partido (en el sentido del partido al que vota) pero que él se considera más radical y más de izquierda, es todo falso, que lo sabe él muy bien, sin duda por inspiración del beato Djugashvili.

Esta insulsa monserga ad hominem la encuentra el lector en Canarias Insurgente y al autor ha de haberle parecido tan brillante alegato que también lo ha publicado en kaosenlared, de donde se deduce que ambos bravos medios apoyan la idea del humilde etc de que Insurgente hubiera hecho mejor no publicando el artículo de Palinuro. Cosa que se prueba porque ni una ni otra publicación "de izquierda" incluye en parte alguna enlace al artículo criticado y mucho menos lo hace el autor como lo he hecho yo con el suyo. La práctica de criticar sañudamente un texto y ocultarlo al mismo tiempo enlaza muy bien con el concepto de libertad de expresión que tenían los soviéticos, consistente en tratar a la población como si fuera menor de edad, dándole a leer su doctrina, muy crítica con las obras "burguesas", pero no permitiéndole el acceso a las obras criticadas. Lo mismo que la Iglesia católica, mater et magistra.

Innecesario decir que eso es contrario al juego limpio y al espíritu de libertad que reinan en la red, en donde todo cuanto se cita, sobre todo si es críticamente, se enlaza para que los lectores puedan hacerse una idea por sí mismos. Por ello, para fastidiar al humilde censor, pongo el enlace de nuevo al post de ayer, Insultando al Rey. Bueno, ya saben que antes hay uno sobre los curas. Porque ¿creerán Vds. que el señor Álvarez refuta algo de lo que se dice en el artículo? En absoluto, por la muy poderosa razón de que no lo ha entendido. Se limita a meterse con Palinuro para, al final decir lo mismo que él aunque mucho peor, por supuesto. Bueno, exactamente lo mismo, no ya que Palinuro no apoya al señor Barroso dado que no apoya a nadie que insulte. Y que el señor Barroso haya insultado o no, para dicha de los españoles, sean reyes o mendigos, no depende de lo que diga el humilde perteneciente a la clase obrera.

(La imagen es un cartel de propaganda de la extinta Unión Soviética en los años cuarenta del siglo pasado y en lo que alcanza mi muy inseguro ruso dice "A la mayor gloria de Stalin").