Acabo de llegar a México, a dar una conferencia en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y un curso sobre análisis político en Veracruz. Un finde movido. El avión que me ha traído, un Boeing 777 enorme con capacidad para más de trescientos pasajeros, se llama Frida Kahlo o Diego Rivera. Sé que Aeroméxico ha decidido bautizar a sus nuevos aparatos con el nombre de la célebre pareja, pero no sé si con los de los dos o con uno por avión. En todo caso, un vuelo muy grato que la tripulación dedicó desde el principio por la magafonía a su comandante, don Gervasio Vallecillo, que se jubila tras éste su último vuelo. Al llegar a destino, el segundo a bordo repitió la dedicatoria, glosó la figura del jubilando y acabó pidiendo que Dios lo bendiga entre los aplausos del pasaje, que ya había aplaudido al tomar tierra en esa costumbre tan curiosa en América Latina, tierra de gentes extravertidas, de aplaudir los aterrizajes como si fueran el triple salto mortal. Pues sí, que Dios lo bendiga.
¡Qué impresionante es el descenso sobre la Ciudad de México por la noche! Todo el enorme valle cuajado de luces hasta perderse de vista en el horizonte. La ciudad más extensa del mundo con una cantidad de habitantes que nadie conoce con exactitud, manejándose cifras de veinte a veintitrés millones; algo así como la mitad de la población española. Y luego, el camino al hotel por esas avenidas kilométricas, cuajadas de autos y la miriada de taxis del Distrito Federal que siguen siendo predominantemente escarabajos Volkswagen, en los que se entra por la puerta del copiloto que el taxista cierra lugo tirando de una cuerda. No sé si habrá otra ciudad en el mundo con tantos VWs por metro cuadrado. Ya contaré algo más mañana.
El hotel es fantástico, tiene un ordenador en la habitación e internet funciona de maravilla. No he podido ver el debate Solbes/Pizarro, pero he leído la prensa y la cosa debe de haber sido de campeonato porque todos los periódicos digitales dan vencedor a Solbes excepto Libertad Digital que cree que Pizarro ha conseguido que Solbes "se retrate" y en la de papel, sólo La Razón se atreve a titular que Pizarro gana el primer debate. Nada de extraño porque estos dos periódicos no es que sean como El Alcázar sino como Roberto Alcázar y Pedrín. Los demás diarios de derechas no dan ganador y El Mundo se limita a decir que sus lectores dan ganador a Pizarro mientras que el propio periódico no se pronuncia.
Lógico. Vengo diciéndolo desde que escuché por primera vez al fichaje de Rajoy. Sin duda ha deslumbrado a la jefatura del PP pero a mí me parece un sinsorgo rematado, un necio hinchado de vanidad y aficionado a soltar citas sonoras sin mencionar a los autores. Lo de que "lo viejo no acaba de morir y lo nuevo etc, etc" pertenece al mismo huerto del plagio. Tanta huera facundia recuerda mucho a aquel héroe de don Benito Pérez Galdós, el de los "tirios y troyanos" y la "espada de Aristóteles". Si esta lumbrera es el asesor del señor Rajoy y número dos de su lista, cómo será el número tres.
(La imagen es una foto de Esparta bajo licencia de Creative Commons).