A partir de mañana, día tres de enero, comienza la campaña electoral a la presidencia de los EEUU, la más larga del mundo, pues dura casi un año, desde los caucuses de Iowa hasta el voto final en noviembre. Estas primeras citas electorales de Iowa y cinco días más tarde, las primarias de New Hampsire, sirven como check points iniciales para aquilatar las posibilidades de los candidatos a la nominación de los respectivos partidos, esto es, de los candidatos a candidatos. Sirven también para que los comentaristas nos luzcamos mostrando cuánto sabemos de los estados de Iowa y New Hampshire, de su composición racial (estados superblancos), económica, etc. El hecho es que lo que pase mañana en Iowa será importante más en el campo demócrata que en el republicano. En el demócrata porque si, como anuncian los sondeos, Barak Obama, de origen negro, bate a la señora Clinton, eso lo aupará en la lucha por la nominación en la convención del partido en agosto. También es cosa de saber cómo termina aquí John Edwards, tercer candidato. Hay otros, pero no están muy avanzados aún.
En principio, la cosa es menos peliaguda entre los Republicanos porque el candidato que parte como caballo ganador, el excalde Rudy Giuliani, ya da el caucus de los granjeros de Iowa por perdido y no se presenta, con lo que la pelea se concentra en los segundones, de los que de momento, hay un puñado: Mike Huckabee, John McCain, Ron Paul (un septuagenario conocido como el fenómeno internet), Mitt Romney, etc. Tampoco gran cosa salvo que hay que decir dos palabras sobre ese Mike Huckabee, pastor baptista, predicador, saxofonista, que pertenece a la derecha cristiana más frenética y salvaje del país, la que coincide con los movimientos dominista y reconstruccionista, especies de celotas cristianos que abogan por una teocracia sin otra ley que la Biblia (ni siquiera el derecho civil o el penal independientes) ni otros gobernantes que los cristianos. Por supuesto, la ley del Evangelio aplicada en la sociedad a la brava y no como lo hacen los evangélicos que a estos doministas parecen unos vendidos. Así que si el señor Huckabee, que no carece de apoyos, ganara sería como si España fuera gobernada por Monseñor Rouco Varela, al que yo creo que no aguantaría ni Monseñor Rouco Varela.
Las primarias de New Hampshire el ocho de este mes también serán interesantes. Este electorado de Nueva Inglaterra es el epítome de los blancos progresistas en los EEUU, tiene algún religioso episcopaliano homosexual y ha reconocido los matrimonios entre personas del mismo sexo. Veremos si gana Obama.
Hay que rendirse a la evidencia de que las elecciones presidenciales estadounidenses son las más importantes del mundo, En algunos países son más importantes que las de la propia presidencia. Así que este año habrá que postear con frecuencia sobre las elecciones de los gringos. Por ello me buscaré una serie de ilustraciones para no aburrir al personal. Empezaré con cuadros y grabados de Frederic Remington, un magnífico pintor de la segunda mitad del XIX, que reflejó el mundo de los combates entre los "pieles rojas" y los "rostros pálidos", especialmente los de la caballería de los EEUU, y luego iré con otros, grandes artistas que no son muy conocidos en Europa, en donde la pintura estadounidense tuvo poco predicamento hasta la llegada de Pollock y Rothko.