divendres, 5 d’octubre del 2007

Vidas de mujer.

Está bien la peli de Iciar Bollaín, aunque el título induzca a confusión porque son tres mujeres pero no tres espías mezcladas de femme fatale, sino tres detectives privadas, que ya es original. Me puse a pensar en el interés del "punto de vista femenino", vamos, una peli sobre mujeres hecha por una mujer. Luego me lo quité de la cabeza con el argumento de que, cuando uno topa con una peli hecha por un hombre y sobre hombres, nunca cae uno en la cuenta del aspecto de género. ¿Por qué sí cuando se trata de mujeres? No me hizo falta contestar porque el film está concebido a propósito para reflejar el punto de vista de las mujeres, así, sin más, sin que eso sea la consecuencia no querida de otra intención. Se trata de tres historias paralelas, interconectadas, simultáneas, no consecutivas. No hay duda de que el guión, de la propia señora Bollaín, está muy bien trabado, más lucido que la dirección, también de la señora Bollaín que, a veces, es un poco plana, lo que contrasta con el ritmo del guión, trepidante.

Las tres historias implican contraparte masculina y las tres dan cuenta de las especiales dificultades de la mujer y, en cierto modo, pregonan su superioridad moral: las dificultades de Carmen para conciliar maternidad, vida familiar y carrera profesional; la imposibilidad en que se encuentra Inés de instrumentalizar una relación amorosa al servicio de su carrera; la negativa de Eva de prolongar una convivencia sin amor, sin afecto y prácticamente sin comunicación alguna. En los tres casos son las mujeres quienes anhelan una vida plena, auténtica y son los hombres los que están en falso, en la higuera o encerrados en un egoísmo encallecido.

De las tres figuras femeninas y las tres historias la central es la de Carmen porque además es la más realista y representativa de muchas mujeres. Si trabajan -y en un trabajo exigente en el que no hay horarios- y se cuidan de los niños sin ayuda alguna exterior un día explotan. Si, además, el marido parece tener una aventura por ahí, la explosión puede ser enorme. Es la historia central. Las otras dos parecen complementos, están menos cuidadas, menos matizadas. No podemos hacernos una idea cabal de la historia de Eva porque el marido no habla y desconocemos su punto de vista.

En todo caso, la peli está muy bien llevada, resulta muy rápida y muy agil, aunque se abusa un tanto de los fundidos en negro y tiene gracia que sea tan agitada, con tanta pasión y sin violencia alguna. Está claro que las pelis de detectives son muy distintas según que las rueden hombres o mujeres, porque se fijan en cosas distintas. En las de hombres, incluso europeos, siempre cae algún puñetazo, hay una persecución de coches o alguien tira de pistola. En esta hay niños, ancianos, gente sencilla y nobles ideales. No está claro qué sea más realista.


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