- ¡Ahí va Dios, Ander! ¿En qué andas? ¿Cómo llamas? ¿No sabes que...?
- Coño, claro que sé, pero ando salvando el pellejo, que casi me pillan los pikoletos.
- ¿Seguro que no lo sueñas?
- Como hay Dios que no, tío, tenían un control en la carretera.
- Joder, estos txakurras están en todas partes. Ya no se puede ir ni en taxi. ¿Te oye el gorrino?
- No, le he dicho que se aparte, que voy vomitar y que me espere. El menda cree que me voy gastar un pastuz en la carrera, pero yo me largo de aquí.
- ¿Y qué haces con la merienda?
- La dejo en el portaequipajes, colega; no me voy a arriesgar a que me pille la pasma.
- Pena de material... Venga, pírate; hazte humo. Deja también la pipa y llama cuando estés en lugar seguro. Cagüenlalecheya, ya no se puede hacer una puta ekintza. Estos sociatas son peores que los peperufos.
- Me abro, Aitor, y tú lárgate también.Ya liberaremos Tarragona en otro momento.