Ayer murieron seis soldados del Ejército español en el Líbano, en lo que parece un ataque premeditado de Al Qaeda, una acción terrorista. Esos soldados formaban parte del destacamento de nuestro país en la FINUL (Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano) y estaban en cumplimiento de un mandato del organismo internacional por excelencia, la ONU.
Parecería que lo lógico sería dolerse por el fallecimiento de los soldados, dar el pésame a los familiares y continuar con la labor en la zona. Sin embargo, lo que empieza a encontrarse por ahí, en los comentaristas de la derecha, es un intento de utilizar esta desgracia para atacar al Gobierno sosteniendo que quien retiró la tropas del Irak las ha mandado al Líbano, como si ambas decisiones fueran lejanamente comparables. La verdad, encuentro repugnante la indiferencia de esta gente ante el dolor y el sufrimiento humanos. Todo vale para ir contra el Gobierno, las víctimas en el atentado de Atocha o estas bajas militares.
Pero no se crea que este siniestro punto de vista sea privativo de la derecha. En la extrema izquierda se recurre a los mismos procedimientos y con idénticos fines, afirmando que la decisión de mandar soldados al Líbano en el marco de la FINUL es idéntica a la de participar en la guerra criminal del Irak, que los tres sujetos de las Azores decidieron en contra de la opinión de la ONU. Este modo tramposo de razonar, ¿a qué fin sirve? Bien claro está: a ir contra el gobierno de la izquierda en nombre de la "verdadera" izquierda...para que gobierne la derecha.