dijous, 5 d’abril del 2007

Héctor.

Muchas gracias a todxs por los comentarios de enhorabuena. Estamos conmovidxs. No contesto en los propios comentarios porque tendría que enrollarme como una persiana. Pero, eso, muchas gracias y que no tengo palabras.

Apareció ayer por el sanatorio mi primo, fabuloso fotógrafo, al que hago mucha publicidad en este blog. Él tiene uno, que se llama Coloreta de fotografía, bastante bueno; pero no lo actualiza por pereza. El último post es de diciembre del año pasado. Nos ha hecho unas fotos chulas. En la primera se ve cuán tranquilo aparece el poderoso guerrero. En la segunda vemos el primer encuentro de Ramoncín con Héctor un momento que puede ser decisivo en la vida de ambos. ¿Quién sabe? Con esas cosas freudianas de la infancia ocurre como con la astrología: todxs dicen que no creen en nada, pero todxs miran el horóscopo si se lo ponen a tiro.

En la tercera y última, se observa que Ramoncín se ha tomado con segura tranquilidad la llegada de un juguete nuevo y el juguete también parece bastante seguro de sí mismo.Auguro una relación fraternal; es decir, a bofetada limpia. Y que no cunda la hipócrita escandalera: que el amor fraterno, la fraternidad, bla, bla, bla. Tan hermano era Abel como Caín.