Los viernes a mediodía,a la hora del almuerzo, practico frontenis con mi primo desde hace años. Jugamos los dos en cancha grande, como si fuéramos cuatro y vale pared de la izquierda, lo que quiere decir que nos damos unas palizas de aúpa. Pero estamos en bastante buena forma. El último viernes mi primo, que es fotógrafo, hizo algunas fotos en blanco y negro -le gusta más- entre ellas, la de la derecha. Estamos un servidor y mi hijo Ramón, que tiene ahora algo más de quince meses y se está criando muy bien. No voy a volver a aburrir con eso de la Fatherhood at sixty porque, de hacerlo, estaría comportándome como el plasta del abuelo, cosa que también soy. Bueno, el caso es que Ramoncín está muy hermoso y ya se le notan algunos rasgos de personalidad. De la coraza caracteriológica, como la llamaba Wilhelm Reich que, digo yo, en algún momento empezará a fraguar.