dijous, 14 de desembre del 2006

El medio internet.

La Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación ha publicado su Estudio General de Medios, 3ª oleada de 2006, que trae datos muy curiosos, como corroborará quien quiera echar una ojeada al gráfico de la derecha, que se amplía pinchando en él. Lo primero que se ve es que el único medio que crece de modo continuado, sin bajadas, con apreciables aumentos años por año, es éste, internete. El trabajoso ascenso de los periódicos de papel parece ocultar un descenso de los de pago porque el mercado están comiéndoselo los gratuitos. 20 Minutos tiene 2.379.000 lectores, a poca distancia de los 2.391.000 del Marca, que es el periódico de papel de pago que más se vende. Teniendo en cuenta que todos los gratuitos son 7.127.000 y que el total de lectores de periódicos en España es de 15.660.000, resulta que los gratuitos son casi la mitad de la audiencia. La prensa de papel de pago va tan de ala como el resto de los medios.

Pues ¿qué decir de la televisión? Su descenso continuado (2,1 puntos porcentuales en tres años) permite ver en la tele una reedición de Sunset Boulevard o a lo mejor son mis deseos. Sin duda, los españoles pasan como media 222 minutos por día delante de la pequeña pantalla (casi cuatro horas, canastos), pero hace poco que he visto en alguna parte un estudio que probaba que el consumo de internet en horas superaba al de la televisión entre lxs ciudadnxs menores de 55 años. Entre lxs mayores, sigue predominando la tele. O sea que el medio depredador por excelencia, el que iba a acabar con los demás e, incluso, al decir de algún académico prestigioso, como Giovanni Sartori, a provocar casi una mutación de la naturaleza humana, dando lugar al homo videns, al final puede acabar siendo un entretenimiento de abueletes, como la petanca.

El batacazo del cine es ya fenomenal. No sólo no se recupera del choque de la televisión, sino que sigue en caída libre, con cuatro puntos porcentuales menos en los últimos cuatro años. No deja de tener su ironía que el cine, el 7º arte, que se postuló como el arte de masas por excelencia haya acabado siendo de minorías. Y...bueno, ¿es necesario decirlo? El teatro no sale en el EGM, prácticamente no existe. Hace ya muchos años desde la última vez que una obra de teatro provocó algún tipo de conmoción social o simplemente, se hizo notar, como en los tiempos de Ibsen, Strindberg o Chejov.

En un decoroso segundo plano y estable se encuentra la radio por cuanto ofrece lo que las masas quieren, en muy buena medida, doctrina y doctrina a la que se acceda a través de la audición, sin necesidad de emplear la vista para leer algo. Basta con escuchar. Siempre he desconfiado de los estudios de psicología de masas, desde los de Reich a los de Lebon, pasando por los elitistas como Mosca u Ortega. Tiendo a pensar, con los liberales, que una masa es únicamente una adición de individuos, pero me temo que hay algo más, no sé si es la "conciencia de clase" de los marxistas o el instinto gregario de los reaccionarios (a ambos les gustan mucho las masas), pero es algo que hace que el comportamiento de la persona cambie cuando está inmersa en una masa. Y las radios son las tribunas de la plebe, los púlpitos desde los que adoctrinar a las masas. La COPE es un púlpito eclesial al que los oyentes acuden a escuchar lo que quieren escuchar. Hay una demanda de escuchar lo que dice la COPE, ésta no se la inventa. Las radios sobreviven por esta función de adoctrinamiento de las masas que tanto en cuanto masas como en cuanto individuos, necesitan una ración diaria de consignas, como lxs conejxs la alfalfa.

Lo que sí queda claro es que el terreno es de internete, o sea, de la blogosfera. Internet los está desbancando a todos porque se puede utilizar como cada uno de ellos, como radio, televisión, cine y prensa escrita, además de muchas otras cosas, teléfono, etc, pero, al mismo tiempo, tiene algo que ninguno de los otros medios tiene, esto es, que todxs podemos ser espectadorxs, actorxs, creadorxs, sucesivamente o al mismo tiempo. Todxs podemos colgar nuestros productos en la red, que es un mercado. Parezco el abuelo Cebolleta: internet es la libertad y contra eso no hay nada que hacer.