divendres, 15 de desembre del 2006

¡Ah, la izquierda!

Quedó chula la presentación. Fue mucha gente y estuvo muy agradable y distendido. Muchas gracias a todxs. Si fuera de la farándula añadiría "sois maravillosxs". Al ser, más bien, de prosa, reitero las gracias. Diego López Garrido y Joan Herrera Torres coincidieron en valorar la cuestión de las relaciones entre la izquierda y la globalización. Yo había propuesto en el libro dos temas sustantivos: la globalización y el nacionalismo. No me "compraron" el nacionalismo, pero sí la globalización, sobre la que los dos dijeron cosas muy interesantes. Me quedé con la copla de López Garrido de generar instrumentos internacionales e interpartidistas para abordar las cuestiones de la globalización. Interesante asunto, aunque suene peligroso. Uno piensa en una colaboración del Partido Socialista Obrero Español y los sectores más "liberales" del Partido Demócrata de los EEUU y se pregunta uno quién llevará a quién a sus posiciones.

Tengo una idea primitiva de la globalización. Me pareció muy bien lo que decía Joan Herrera de su inevitabilidad, pues coincido con ello. Quien crea que puede detener ese proceso de globalización pierde el tiempo. Lo que no quiere decir que se deba aceptar como viene, sin intentar alterarla y ponerla al servicio de otros fines, los de la "alterglobalización". No tengo duda alguna. Como decía, la mía es una idea más primitiva de la globalización. Se concentra en esa imagen del mundo de worldprocessor que refleja las esperanzas de vida en el hemisferio norte y en el sur. Es de hace unos cinco o seis años, no encontré otra proyección más reciente y decidí emplearla por su fuerte impacto recordando que las cantidades del hemisferio norte son, en general, superiores (en torno a 78/80 años en países de Europa), mientras que las africanas, en el hemisferio sur, también en general, inferiores. Me parece que esa diferencia (en Europa llegamos a vivir como media casi el doble que los africanos) condensa todas las desigualdades que quepa pensar porque todos los demás datos (renta, índices de esto o lo otro) son auxiliares de estos. La izquierda tiene la obligación de transformar en medidas viables la indignación que se siente al enfrentarse ante tan injusta desigualdad.