diumenge, 1 d’octubre del 2006

VASQUEDADES

Leo en La Razón que la ETA ha dado un ultimátum al Gobierno hasta el 31 de diciembre para cumplir unas promesas que dice la organización que se le hicieron. La noticia es asombrosa porque no da fuente. No se sabe qué forma ha tomado el ultimátum, si ha sido verbal, escrito, radiado, televisado o susurrado. No se sabe en qué términos está formulado. No se sabe nada. ¿Es eso una noticia? El periódico dice haber consultado con "fuentes antiterroristas". Se hace extraño que la ETA comunique su ultimátum a unas "fuentes antiterroristas" y éstas vayan a decírselo a La Razón antes que al Gobierno. Sin embargo, al tratarse del País Vasco, donde suceden cosas por lo común fuera de lo normal, pudiera ser cierto.

La crónica de La Razón da cuenta también de cómo la ETA y su famoso "entorno" andan a castañas entre sí. Será verdad, aunque aquí las fuentes ya no son ni antiterroristas; son "fuentes" a secas, fuentes secas, me temo. Lo que hubo ayer fue una manifa muy nutrida en las tres capitales vascas más Pamplona en pro de la autodeterminación. La foto que reproduzco de Gara es de otra manifa de hace dos años. Se apreciará una modulación en las peticiones, de "Independencia" se ha rebajado a "Autodeterminación". El caso es que El País dice que participaron 7.000 personas y Gara que 14.000. La media de unos 11.000 ya es bastante primorosa. Entre ellos, el señor Otegi, que no parece haberse pegado con nadie. Jopeta con las "fuentes".

Al tiempo, el Parlamento Europeo va a ocuparse del llamado "proceso de paz" en el PV el próximo 25 de octubre, y ya hemos aprovechado la ocasión los españoles para presentarnos allí mostrando lo bien avenidos que estamos. Pero -viva el casticismo- el PP ha conseguido en el Parlamento Europeo lo mismo que en el español: quedarse solo. Incluso frente a los suyos, que tiene mérito.

Los de la kale borroka vuelven por do solían con renovados bríos. No es fácil averiguar qué finalidad persiguen con estas gamberradas, salvo hacer descarrilar las hipotéticas negociaciones que, además, no se iniciarán mientras subsista la violencia callejera. El Gobierno vasco avisa a los escoltas de los amenazados para que intensifiquen la guardia. O sea, da el chivatazo de que la tregua pudiera romperse. Cada parte en este complicado tablero del PV juega sus bazas a su modo. Pero casi todos van de farol. Lo único verdadero son esos miles de manifestantes por enésima vez en los últimos meses, lo único real es la movilización política de un sector de la sociedad vasca. Lo que ese sector tiene que hacer es constituirse en fuerza política legal, trasformar los manifestantes en votos (añadiéndoles algunos más), y tratar de conseguir sus objetivos por la vía institucional.

La verdad es que en esta complejísima situación en la que el llamado "proceso de paz" puede petar en el momento más inesperado, resulta increíble que haya gente empeñada en que el país pierda el tiempo con patrañas. Además de otras cosas, la famosa "teoría de la conspiración" es un acto sistemático de boicoteo de un delicado proceso en el que están en juego los intereses que ellos mismos llaman "nacionales". No sólo es algo estúpido; también es perverso


LA CENA DE LOS ADIOSES

Como a partir de hoy me incorporo a la UNED, después de pasar los últimos 18 años en la Complu, que se dice pronto, algunos amigos de esta universidad me invitaron a cenar el viernes pasado. No hay nada como largarse de un sitio para que te den de cenar. Nos lo pasamos muy bien, como puede apreciarse en la foto. Me encantan los restaurantes con manteles de cuadros, que son el estampado simbólico de la tradición. Compartimos lugar durante parte de la cena con otra mesa en la que había diez personas que, al ser españolas, parecían cien por el estruendo que armaban. Mantel a cuadros y españoles vociferantes: el macizo mismo de la Raza. Cuando se fueron dejaron tras sí un tan grato silencio que casi nos dormimos, cosa que no sucedió porque la reunión fue muy risueña. Gracias a todos. Y gracias también en nombre de Ramoncín, que ese sí se durmió como un bendito. Que para eso es un niño.