dissabte, 13 d’abril del 2019

Mucho peor que el Watergate

Según algunos comentaristas este asunto de las cloacas del Estado en tiempos del PP (y actuales) parece un Watergate español. Parece, pero muy, muy de lejos. Si acaso en el escándalo que produce. Pero el "Pisagate" español es mucho más repugnante y delictivo que el estadounidense. En el caso gringo, el sistema funcionó bastante bien; los tribunales cumplieron su parte; los medios, también, a pesar de las presiones de todo tipo. Y el gobierno cayó. En España, el sistema no funciona; los tribunales (no todos) están al servicio del poder; los medios (tampoco todos) son parte de la cloaca y el gobierno del partido más corrupto de la historia de España no cayó, y no hubiera caído de no ser por la llamada "cuestión catalana".

Pero no es solo en las consecuencias en donde se ve la diferencia entre la corrupción española y el Watergate, sino en más aspectos:

1) En Watergate, los republicanos no se valieron de medios públicos estatales para espiar. La banda del PP, sí. Los republicanos contrataron delincuentes. La banda, al valerse de funcionarios, los convertía en delincuentess.



4) En Watergate, el gobierno republicano trató de encubrir (cover up) el escándalo recurriendo a los tribunales contra la prensa. La banda del PP se valía de los medios corruptos a su servicio contra los tribunales.

5) En Watergate, el Congreso fue muy activo en contra del "cover up" del gobierno. En España, el Congreso ha estado tibio y, a veces, el PSOE ha obstaculizado la investigación parlamentaria.

6) En Watergate acabaron en la cárcel varios políticos, ministros y altos cargos republicanos. En España ni se los procesa.

7) En Watergate Nixon admitió su responsabilidad y dimitió antes de que lo procesaran. En la banda, nadie admite responsabilidad alguna ni dimite de nada. Y los medios, callados.

8) En Watergate triunfó la libertad de expresión frente a la corrupción. En España triunfa la corrupción frente a la libertad de expresión.

Y todo eso, presuntamente, claro.

Por cierto, el consejo de "garganta profunda" a Bernstein y Wooward en Watergate, "follow the money" ("seguid la pista del dinero") sigue siendo válido. Estos trataban de hundir a los adversarios políticos para seguir robando.