Con la simpatía y seducción que lo caracterizan, Toni Strubell me convocó a Palamós, utilizando como gancho un tema tentador: el poder del poble. ¿Se han fijado ustedes en cómo ha ido fluctuando la relación de fuerzas en el conjunto del movimiento y la revolución catalanas en el siglo XXI? Comenzó con un peripecia parlamentaria; se pasó por un referéndum con participación del pueblo como electorado; se convirtió en objeto de pleito judicial; se incorporó a la acción de las entidades sociales; fue respaldado una y otra vez a través de grandes concentraciones de masas populares; lo incorporaron a sus planes los partidos políticos; lo hizo suyo el gobierno catalán; tuvo respaldo masivo en el referéndum del 1-O, acto fundacional de la República; aguantó el encarcelamiento y el exilio de los dirigentes independentistas; lo ratificó el electorado contundentemente el 21 de diciembre de 2017. Y hasta aquí hemos llegado, con fatigas y esfuerzo, pero sin desfallecer y unidos como una piña.
El poder del pueblo descansa en su unidad de acción.
Donec Perficiam.
Nos vemos en Palamós