Sí, señor, así es. "El gobierno se cuadra", dice caritativo "El Confidencial, ante la UE. Caritativo porque no se cuadra ante la UE, sino ante la señora Merkel, que no es lo mismo ya que la señora Merkel es y no es la UE al mismo tiempo. Para entendernos.
Sánchez se felicita de tener una posición común con la señora Merkel y muy cómoda pues es la de la señora Merkel. Es como la República (de Sánchez), que está muy contenta con la monarquía.
A la señora Merkel no suelen preocupar gran cosa las consecuencias de sus "posiciones comunes" para la política española. Eso lo trajinan sus representantes en las instituciones. Recuérdese la imposición de la reforma del art. 135 en días como estos en 2011. ¿Por qué ahora? Los políticos españoles se adaptan con facilidad a los giros del oponente girando a su vez. De este modo, el señor Casado, que se oponía a acoger al Aquarius, es hoy el gran valedor de lo contrario.
Al margen de estas quisicosas, el foro se pregunta si no habrán hablado de nada más. Y se responde que sí. ¿De qué? ¿De qué va a ser? De Catalunya. Y aquí la imaginación se dispara. Supongo que, de plantearse el asunto, Frau Merkel habrá declinado comentario alguno fuera de señalar que en Europa no se vería con buenos ojos una repetición del 1-O de 2017. Que además haya recomendado negociaciones políticas y, quizá, la liberación de los presos pertenece a lo que cada cual quiera fabular.
Lo que debe quedar claro es que, con o sin Frau Merkel, la violencia está descartada en Catalunya. La institucional. La "descontrolada" debe pasar a ser controlada de inmediato.
Y la convicción de que ningún referéndum que no incluya la opción de la independencia será aceptado en Catalunya.