dimarts, 29 de maig del 2018

La moción del corredor de fondo

Al día siguiente a la noticía de la moción de censura, muy contra su costumbre, M. Rajoy se lanzó al foro público en comparecencias y declaraciones a los medios en plan combativo, agresivo, incisivo, argumentando que la moción del PSOE va contra la estabilidad de España. Un país que celebra el 40º aniversario de la Constitución teniéndola en suspenso con un artículo excepcional de plenos poderes no es precisamente modelo de estabilidad.

El resto de las "explicaciones" de Rajoy, de este fabuloso jaez. Ignacio Escolar publica un relato demoledor de todas las mentiras acumuladas por el presidente de la Gürtel en la comparecencia: Las mentiras de Rajoy sobre la sentencia de la Gürtel y la moción de censura. Todo cuanto dice este hombre es tan mendaz que hasta es falso lo que calla. Realmente, la moción de censura es incuestionable y eso lo sabe todo el mundo, incluido él: moción de censura por su increíble incompetencia (ha quebrado un país en sentido económico y territorial) y su inenarrable corrupción. Ni una vez pronunció la palabra Gürtel el presidente del partido y del gobierno de la Gürtel, que cuenta con ministros y presidentes de CCAA procesados y condenados como si fueran una verdadera mafia. Echen cuentas: más de ochocientos imputados. El reino del hampa. 

La moción de censura es indiscutible.

Pero, ¿es posible? Los números no acaban de cuadrar en una dirección u otra. Precisamente para aprovechar esa indecisión M. Rajoy ha ordenado a la presidenta del Congreso que apresure los plazos. Para no dar tiempo a que cuaje una alternativa que llegue a los 176 escaños. Cosa bastante probable por cuanto las líneas rojas de uno y otro lado, las advertencias, condiciones, etc, resultan muy difíciles de conjugar en tan breve tiempo, hasta el viernes. Puede que imposible.

Bueno. La flecha ha partido. Vistos los equívocos, desconfianzas y rifirrafes, el PSOE hará bien en plantear una moción de censura sumando los votos de Podemos y abierta a quien quiera incorporarse  a ella gratis et amore. Vista la complejidad de las exigencias, seguramente es lo más sensato que puede hacer: presentar la moción como una cuestión de principios, como regeneración democrática. Nada de compadreos, cambalaches o cesiones. Dos cosas son esenciales: un claro programa de restablecimiento de la legalidad y la normalidad cuanto antes con desactivación de las medidas más injustas del PP y pronta convocatoria de elecciones.

El paquete ha de traer el aroma de la necesidad de acabar con este desastre de gobierno por razón de interés público. No se negocia nada con nadie y que cada cual afronte después su responsabilidad según sea el resultado. Un no a la moción de censura sería la continuidad de un gobierno y un partido al que le quedan todavía seis u ocho sentencias sobre la Gürtel, alguna de las cuales podría acabar con la imputación del presidente. Una continuidad condicionada por los papeles de Bárcenas.

El sí a la moción abrirá nuevas posibilidades con un gobierno de coalición PSOE/Podemos en minoría parlamentaria, lo que siempre será una garantía para quienes quieran frenarlo pues hay mayorías parlamentarias sencillas. 

Solo la tarea de regeneración democrática de urgencia (RTVE, por ejemplo, Poder Judicial, etc), la normalización política, la retirada del 155 y una nueva disposición al diálogo serán suficientes para convocar unas elecciones anticipadas

La incógnita es qué hará el independentismo catalán y si se siente interpelado por los acontecimientos políticos españoles.