El centro de la UNED de Nou Barris celebra un curso sobre la Revolución rusa aprovechando el centenario y me han pedido que dé la lección inaugural, cosa que haré encantado y muy agradecido por la confianza que se me muestra. Trataré de estar a la altura de las circunstancias. No deja de tener gracia que, en estos momentos revolucionarios en Cataluña, estemos celebrando el centenario de otra revolución, la rusa, que, aunque concluyó ignominiosamente en los años 90 del siglo pasado, dejó una impronta y un legado incomparables. El curso está más bien orientado en una perspectiva de historia del arte, de la literatura, del pensamiento, más que a una visión estrechamente histórica y eso abre muy interesantes perspectivas.
Desde su mismo comienzo, la revolución bolchevique vino acompañada de una revolución de las artes: la pintura, la música, el cine, la literatura, toda la creación artística se vio arrebatada por el espíritu radical y utópico del programa revolucionario que no solamente planteaba cambiar las condiciones sociales, económicas y políticas de la sociedad sino también la mismísima naturaleza humana. De "nueva forma de civilización" la calificaron los Webb en un temprano libro de los años veinte. Lo que el crisol de la revolución bolchevique sacaría sería nada menos que un modelo de ser humano nuevo. No fue posible, pero la herencia de aquel estallido todavía nos interpela.
Nos vemos en el CA UNED de Nou Barris (Av. Rio de Janeiro 56-58, Barcelona 08016) a las 18:00.