Desde la Carrera de San Jerónimo a Valls Alt-Camp (Tarragona), ese será el camino de la República mañana. Desde la ridícula glorificación de una monarquía de opereta a la fiesta de la República en un pueblo de Cataluña, tierra del Estado español libre de la mugre franquista gracias a la ley que aprobará hoy el Parlamento catalán, declarando ilegales los juicios del franquismo. Un acto que devuelve a los catalanes y a cualesquiera otros peninsulares que la hagamos nuestra su dignidad robada. Una ley de reparación que ningún gobierno de la transición en España se ha atrevido a proponer, para eterna vergüenza de unas izquierdas que no merecen nombre de tales.
Hoy, España estaba de aniversario, cosa que agrada mucho en el terruño, cuna de toreros, matones, fascistas y fanfarrones. Los gobernantes del partido más ladrón y corrupto de la historia, sus amigos, los cortesanos del PSOE, C's y Podemos y cuantos contribuyen a mantener este simulacro de democracia, festejaban los 40 años de transición con su habitual bambolla de oropel y colorines. Transición de una dictadura genocida a una monarquía indigna incrustada como un abalorio podrido en la inmensa bola de corrupción de una banda de delincuentes. Muy contentos todos, ladrones, fantoches, figurantes y cómplices de seguir con la obra de destrucción de la ya inexistente dignidad de España que emprendió en 1939 el criminal Francisco Franco. En su estúpida ceguera, los pavos que se juntaron ayer a darse una importancia de la que carecen todos juntos y cada uno de ellos por separado, no veían que, si Franco destruyó España, ellos son sus sepultureros porque, a fuerza de inútiles, no sirven ni de matarifes, como su ilustre antecesor. El que nombró rey a un Borbón muerto de hambre dispuesto a jurar lo que fuera y faltar a su juramento cuando hiciera falta con tal de pillar el trono y, con el trono, los 2.000 millones de dólares que le atribuye la revista Forbes. El padre del actual monarca del simulacro y la bambolla que, falto hasta de la boba picardía de su progenitor, llegó a decir que "la guerra civil y la dictadura fueron una inmensa tragedia sobre la que no cabía fundar el porvenir de España".
Es decir, Preparao reconoce que él (esto es, el "porvenir" de entonces) es el producto de la guerra civil y la dictadura y que es imposible, y se queda tan contento porque la cabeza, obviamente, no le da para más. Entre tanto, los lacayos, cortesanos y aduladores de la clase política postfranquista aplaudían a rabiar, como se espera de ellos y de los suculentos sueldos que cobran
Solo los de ERC se desmarcaron de ese ridículo chundarata gracias a su corazón republicano que late al unísono con el de Palinuro. Los únicos representantes reales de la dignidad de una ciudadanía a la altura del siglo XXI.
Así que mañana, en Cataluña, tierra libre de franquismo y, es de esperar, también de monarquía impuesta por ese franquismo, hablaremos de la República Catalana, él último régimen legítimo que hubo en España y a partir del 1º de octubre puede haber en Cataluña.
A las 20:00 en el auditorio Mas Miquel. Nos vemos.