Todos los medios excepto, imagino, la TV de Andalucía y la Sexta, dan ganador a Pedro Sánchez.
Yo también. Pero no tanto por sus méritos como por los deméritos de Díaz. Esta señora, vista de cerca, es insufrible. Ese "no mientas, cariño" y ese "háztelo mirar", dos chuladas de baja calaña, la descalifican para cualquier discurso político medianamente riguroso. Su falta de modales, su agresividad y su nula categoría son patentes.
Por cierto, se marchó sin explicar quién pagó la alcaldada de Abel Caballero en Madrid a su mayor gloria y quién su apoteosis en el IFEMA en la que hizo sentarse sin empacho alguno al club de los abuelos deel PSOE que, con caras de pocos amigos, estuvieron tragando la quina de los ex-abruptos de este pintoresco personaje. Ninguno de ellos -salvo Zapatero, ya se sabe, que no anda sobrado de luces- ha vuelto a apoyarla en público. Lógico. Están avergonzados.
Lo de Patxi no es de recibo de pura hipocresía y lo de Sánchez algo mejor porque vino en su ayuda la doble miseria intelectual y moral de sus adversarios y eso que obviamente estaban de acuerdo en no atacarse y atacar ambos a Sánchez..
A lo largo de la noche subiré un post más detallado y razonado. Estas son las primeras impresiones al llegar a casa y ojear los medios online.