dilluns, 7 de març del 2016

En política, imposible no hay nada

¿Por qué dice el PSOE que ve casi imposible pactar con Podemos si aún no han empezado a hablar en serio? Hasta ahora, ambas partes se han limitado a hacer como los gorilas en los momentos previos al combate: lanzar gruñidos y alaridos broncos y golpearse el pecho con los puños para asustar al adversario. Podemos soltó la barbaridad de la cal viva en el Parlamento y el PSOE advierte de que incordiará en los ayuntamientos con alcaldes morados gracias a los votos socialistas. A su vez, los de Podemos dicen que se pondrán chinches con las CCAA en donde gobiernan socialistas con los votos de Podemos. De seguir las cosas así, llegarán a las manos y acabarán con todo lo que tan trabajosamente han construido en casi un año. Bingo.

En realidad, estos broncos preparativos forman parte de todo protocolo negociador. Antes de sentarte a la mesa, enseña los colmillos al adversario, pónselo difícil, di que te sientas pero estás dispuesto a levantarte a las primeras de cambio, perdónale la vida un par de veces, dile que no admites a sus aliados... pero siéntate a hablar.

Los socialistas iniciaron la tarea firmando un pacto con C's y presentándoselo a la firma a Podemos como un trágala: firma lo que hemos acordado o quedarás como un gorrino por permitir el gobierno de Rajoy. Los de Podemos respondieron votando "no" pero achacando el resultado no querido del desgobierno del Sobresueldos a la alianza entre PSOE y C's.

Bueno, ya están en paz, en el minuto posterior a la no-investidura. Ahora se trata de negociar una acción conjunta de gobierno -ya veremos de qué tipo- pero, en contra de lo que todos dicen, no en dos meses, sino en una semana. En una semana tenemos que tener un gobierno porque hay dos tareas pendientes de extraodinaria urgencia: a) mandar a la banda de presuntos ladrones a su casa, con el presidente de los sobresueldos a la cabeza; b) derogar toda la legislación brutal, inhumana, antisocial y antipopular de esta caterva de franquistas y meapilas y poner en marcha medidas de emergencia para resolver con urgencia los problemas más acuciantes de la gente.

Insisto: han que hacerlo en una semana. No tiene sentido esperar dos meses y, encima ligar con unas elecciones de resultado imposible de vaticinar con una realidad tan abigarrada.

Dado el amistoso odio que las dos formaciones de izquierda se profesan mutuamente, no sería de extrañar que alguna de ellas o quizá las tres que intervienen -PSOE, Podemos, C's- piensen que, en el fondo, no le interesa negociar nada. Si miran los sondeos -y según qué sondeos- es posible que unos u otros, unos por una razón, otros por otra, crean que les interesa que fracasen las negociaciones para que haya nuevos comicios. Tengo para mí que, si hay elecciones nuevas, subirán C's y PSOE (por "partidos sensatos") y bajarán el PP y Podemos (por "partidos extremistas") pero, claro está, puedo equivocarme de medio a medio. Me fío tan poco de los sondeos como los sondeos de mí. 

Pero algo está claro, sean los que sean los vaticinios de las hipotéticas elecciones y aunque todos los partidos de la negociación crean que los van a beneficiar, les interesa que haya gobierno. En primer lugar, para cumplir las urgencias antes mencionadas (despedida de Rajoy y emergencia social); en segundo lugar para ser ellos quienes decidan cuándo serán las elecciones. Si no hay gobierno, las elecciones se convocarán el 2 de mayo y se celebrarán el 26 de junio estén como estén las cosas. En cambio, si hay gobierno, será este en pleno o alguno de sus componentes quienes elegirán la fecha de las elecciones si ha de haberlas y, como es lógico, esperarán a que den frutos sus medidas más prometedoras para convocarlas en el momento que les sea más favorable, con la opinión más a su favor. No es lo mismo convocar elecciones que te las convoquen. 

Así que déjense de maximalismos, vetos, líneas rojas, amenazas y chantajes, siéntense a hablar los tres y salgan con una propuesta viable en el menor tiempo posible. Dos días , mejor que tres.