dimecres, 18 de març del 2015

Hacienda y la familia.


Algunos maliciosos leen el título como "Hacienda y la famiglia". No, no. Es la familia de siempre. El informe que por fin ha entregado al juez la Agencia Tributaria, dirigida por don Santiago Menéndez Menéndez, ha sido redactado por don Ricardo Menéndez Menéndez, su hermano y asesor del ministro Montoro, como demuestra fehacientemente "El Plural". Los hermanos Menéndez Menéndez redactan los informes al alimón. Vieja costumbre española. Los hermanos Álvarez Quintero o Manuel y Antonio Machado dan prueba de ella. Este es el informe de Menéndez Menéndez y Menéndez Menéndez.

Este último acto de la ópera bufa de la temporada en Madrid ha sido muy agitado y veloz: petición del juez, tumulto en Hacienda, silencio en el gobierno, amenaza de reprobación de Sánchez y, ¡hale, hop! un curioso informe que primero se filtra a la prensa y luego le llega al juez chinchoso, empeñado en ver delito en donde no hay sino caridad y amor de Dios. Los medios, escandalizándose con la comparación entre el PP y Cáritas. En verdad, gente superficial, sin conocimiento real de las cosas. El juez, a juicio del informe, tampoco se entera. No es Hacienda quien empareja un partido con Cáritas. Es la propia Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos la que reserva a estos el tratamiento fiscal de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las Entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al Mecenazgo.

Sancho Panza, que no pasa por fino jurista, pero sí por hombre de juicio diría: "¿que el PP es una Entidad sin ánimo de lucro? No, si no haceos miel y os comerán las moscas". Para muchos mozos, mas de los que van a las romerías, el PP es un negocio. Para otros, más acomodados en la corte, un espléndido modus vivendi.

Pero eso son sanchopanzadas. En su informe que, por cierto, no tiene desperdicio, Hacienda esboza una actitud de rechazo a lo que considera intrusismo judicial y se queja varias veces de que el juez le indique en qué base de cálculo hacer los suyos porque tiene una idea preconcebida en la cabeza. Este es el meollo de esta cuestión. Ciertamente que el juez tiene una idea, la de que aquí puede haberse cometido un delito y pide los cálculos precisos para ver si cabe probar tal cosa. Eso es tan evidente que avergüenza recordarlo. ¿En dónde está el problema? Sencillamente, en que Hacienda sostiene que no ha habido delito. Pero, ¿cómo sabemos si ha habido delito? Interpretando la ley. Y ¿a quién corresponde interpretar la ley, al juez o a la Agencia Tributaria? ¿Quién se extralimita aquí? Evidentemente, la familia Menéndez.

Dicen los Menéndez que no puede haber delito en la exención de los donativos porque estos cuadran con la ley. Pero, para hacerlo, deberían haberse dedicado al cumplimiento de los fines específicos de la organización y lo que el juez cuestiona, precisamente, es eso. Si no, no acusaría al partido de haberse lucrado con el producto de un delito. Tómese un ejemplo de gastos que hasta ahora nadie ha negado, ni el presidente del gobierno en sede parlamentaria: el de los sobresueldos. ¿Cómo encajan estos sobresueldos en B en los fines propios del partido, asimilados a los de las Entidades sin ánimo de lucro? Y sigamos inquiriendo con todo derecho: ¿Quiénes cobraban los sobresueldos? ¿Por qué motivo? ¿En qué cuantía? ¿Cuánto duraban? ¿Quién tomaba la decisión? ¿Qué órgano visaba, inspeccionaba o controlaba?
 
Ojo, que la familia se altera.