Este batiburrillo de granujas, ladrones, pillasobres, corruptos, logreros, enchufados, mentirosos y "compensados" que muestran los papeles de Bárcenas (y de la Gürtel) no es nada nuevo en España. Así era el franquismo, solo que no podía decirse; y, antes del franquismo, la 1ª restauración borbónica, la dictadura de Primo y la dictablanda de Berenguer incluidas; y, antes de la restauración, el periodo isabelino; y antes del isabelino, el fernandino; y... ¿para qué seguir? España es diferente. Siempre lo ha sido. Su rasgo típico es haber tenido la mayor colección de gobernantes estúpidos, corruptos, antipatriotas y tiránicos de Europa. Algo de culpa tiene también el pueblo; pero en este pesa y mucho el hecho de haber sido el peor tratado y más y más cruelmente reprimido del continente. La última represión, la de Franco, fue alucinante por lo despiadada, criminal y metódica. Tanto que ha dejado mucha huella. Aquí está. Con una novedad: esta vez se cargan el país, España, esa a la que tanto dicen querer y por la que tanto se sacrifican.
1º.- El gobierno es franquista no solo por la biografía de algunos de sus miembros, originada en la clase dominante del franquismo, sino por su política autoritaria, claramente represiva en lo ideológico y en materia de orden público. A tramos es más franquista que Franco. Franco no hubiera privatizado la sanidad pública. El Seguro Obligatorio de Enfermedad lo creó el.
2º.- De la Ley de la Memoria Histórica no queda nada. La han yugulado. Ni el menor interés en hacer justicia a las víctimas de la dictadura de Franco. En cambio, tolerancia -cuando no difusión y apología- de los símbolos de los 40 oprobiosos: calles, nombramientos honoríficos del tirano, etc. Y barra libre a los camisas viejas repartidas por las alcaldías y lacostes nuevos de los cachorros del PP. Saludos fascistas, banderas fascistas, signos neonazis. La serpiente en su huevo.
3º.- El país sigue siendo nacionalcatólico a machamartillo. El Estado es confesional de hecho. Los privilegios materiales de la iglesia son incontables. Vuelve a controlar la educación. Los derechos individuales en materia de aborto y opción sexual están en peligro. La jerarquía es tridentina y los gobernantes hacen pública ostentación de su fe.
4º.- Reina el casticismo más salvaje y brutal. El gobierno decreta que las corridas de toros son un bien cultural y las subvenciona y fomenta. No se hace nada por acabar con la tortura de animales a lo largo y ancho del país en fiestas populares degradantes. Se suprime el acceso a la cultura y la educación, pero se apoyan las competiciones deportivas.
5º.- El control de los medios de comunicación es total en los públicos y semitotal en los privados. Lo primero que hizo el gobierno fue cambiar la Ley de RTV para elegir a dedo unilateralmente el director que quisiera. Y así, los medios públicos son centros de agitprop del gobierno y su partido, cada vez más desprestigiados.
6º.- La lucha más denodada del gobierno es contra la educación pública, universal y gratuita. Esta está abusivamente preterida, mientras se favorece la enseñanza privada y la llamada concertada que no es otra cosa que un método fraudulento en el fondo de canalizar fondos públicos a los centros privados. El fin es dejar sin educación a las clases populares (especialmente la universitaria) y concentrar todos los recursos en las clases pudientes.
7º.- En conjunto, el gobierno considera que su misión es desmantelar el Estado del bienestar, para lo cual hace siempre lo mismo: en RTV, en educación, en la sanidad, en todo lo público. Desprestigian los servicios, los descapitalizan, luego dicen que no pueden mantenerse y se los venden a los amigos o, incluso, entre sí mismos. Es lo que están haciendo con unos hospitales que se construyeron con el dinero de todos mientras dejan a la población con una asistencia sanitaria cada vez más precaria.
8º.- En realidad, este programa es el de la patronal que el gobierno aplica sin rechistar. El PP es el partido de los empresarios que lo han comprado (como se ve en los papeles de Bárcenas) para que actúe a su estricto servicio. Y lo han hecho con astucia empresarial típicamente española, esto es, sin arriesgar un euro pues parecen haber recuperado siempre lo invertido y en proporción de 10 o 100 o 1000 a uno a través de la corrupción. Efectivamente, empresarios españoles, una casta de ineptos incapaces de dar empleo a la fuerza de trabajo del país a la que quieren explotar. Pero que han dictado las condiciones de la reforma laboral de modo que el mercado de trabajo cada vez semeje más un mercado de esclavos.
9º.- Así que los jóvenes, entre quienes el paro llega al 50 %, tienen que emigrar. Es lamentable ver marcharse lo mejor de la juventud, asistir impotentes a esta fuga de cerebros que, a diferencia de la de capitales, no se emprende por codicia, sino porque quienes se van no tienen otra salida. Y no la tienen porque la citada casta de empresarios es incapaz de garantizarles puestos de trabajo en los que rindan para la colectividad, porque es una casta empresarial básicamente rentista del Estado. Por eso lo quiere todo para sí: nada de gastar dinero en viejos, tullidos, enfermos, maltratadas, etc, etc. Todo para la banca o la gran empresa.
10º.- El renacimiento del centralismo y de un patriotismo de opereta franquista han reverdecido la cuestión catalana y, al arrimarle el irredentismo del Peñón, estos estrategas van rumbo a cargarse el país. Un país que les importa un bledo (que caiga España, decía el inefable Montoro, que ya la levantaremos nosotros). Un bledo, como siempre, como en tiempos de Carlos IV y Fernando. Primero se salvan ellos y luego ya se verá qué pasa con el país. Como hizo Alfonso XIII y, después, ya a la brava, Franco. Para que no se hable de Bárcenas, ahí va el Peñón. De Bárcenas se sigue hablando y el Peñón está a punto de costarnos un disgusto. El gobierno carece de margen real de maniobra. No tiene autoridad en el interior, carcomido por la corrupción, ni en el exterior, en donde los juicios sobre Rajoy son muy negativos. Esa debilidad viene agudizada por el enfrentamiento con Cataluña que el gobierno, evidentemente, no calibra bien. Está muy internacionalizado y se enlaza con la cuestión de Gibraltar. Esa amenaza inglesa de desviar el turismo solo a Cataluña, es terrible. Supongan ustedes ahora que nuestros amigos los marroquíes, aprovechando todo, como siempre, el desbarajuste español, su comprometida situación exterior con Gibraltar, la condición francamente valetudinaria del monarca, deciden plantear un problema gordo en Ceuta y Melilla. Si esto no es un camino al desastre nacional, no sé qué lo será. Y todo porque un hombre, al que han pillado en fuera de juego, no quiere dimitir.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).