La derecha no cree en sus creencias, no piensa sus pensamientos, no siente sus sentimientos. No es sincera. Si lo fuera, si creyera de verdad lo que dice, no necesitaría poner los medios de comunicación públicos a su estricto servicio, encomendando su dirección a unos sectarios a sueldo sin escrúpulo alguno, con el encargo de convertirlos en maquinaria de agitación y propaganda de su partido. Como ya lo es Telemadrid, una basura al servicio incondicional del PP y en concreto de Esperanza Aguirre, con unos comunicadores espléndidamente pagados para mentir y tergiversar sin pausa.
Si la derecha fuera sincera, habría respetado la norma heredada de los socialistas de escoger al presidente de RTVE mediante una mayoría cualificada del Congreso, lo que obligaría a un nombre de consenso. Pero eso no puede permitírselo el PP porque sabe que necesita mentir, engañar y manipular pues ni él mismo cree en lo que dice. Por eso le viene muy bien disponer de los presupuestos públicos para comprar comunicadores apesebrados, cuyo negocio es servir a su amo con la lacayuna fidelidad con que los periodistas lamían las botas del criminal Francisco Franco.
La situación es análoga a la de la dictadura pero peor porque en aquella no hacía falta disimular. Todo el mundo sabía que los medios de comunicación decían lo que Franco ordenaba y ni Dios rechistaba. Ahora hay que hacer un paripé democrático y aguantar que, si te pasas de embustero, de chulo, de difamador o de mero imbécil, te pueden llevar a los tribunales y hasta es posible que estos fallen en tu contra, como le sucedió al inenarrable Urdaci.
Los que desembarcan ahora son todos Urdacis y su firme voluntad, convertir la RTVE en el NODO hasta arruinarla como ya han hecho con Talemadrid y Canal Nou.
Es curioso. Como su espíritu es el fascismo que también pretenden inocular de tapadillo en la enseñanza, todavía no se han enterado de que, en el mundo de internet, ese intento de manipular los medios públicos y hacerlo tan desvergonzadamente ya no funciona y se volverá en su contra. Entre tanto, sin embargo, quienes miran la televisión ya pueden prepararse para aguantar un medio con una categoría a la altura mental de quienes se disponen a hacerla, es decir, de los protozoos
(La imagen es una foto de terminallychll, bajo licencia Creative Commons).