Palinuro se reafirma en sus entradas de los últimos días, especialmente en la de hoy por la mañana.
Cuando, en la noche del 10 de mayo de 2010, los europeos obligaron a Zapatero a desdecirse de sus ilusiones socialdemócratas y reformistas y a aceptar el recetario neoliberal, el de León compareció al día siguiente ante la opinión y dio cuentas de lo que había hecho. Por cierto para cosechar, entre otras impertinencias, algunos desprecios e insultos de Rajoy. Ahora que la situación es infinitamente más grave, el mismo prepotente que aseguraba que siempre daría la cara, diría la verdad a los españoles y llamaría al pan pan y al vino, vino, está escondido, oculto, fuera de cobertura, como lo que es: un conejo en su madriguera.
Cuando, en la noche del 10 de mayo de 2010, los europeos obligaron a Zapatero a desdecirse de sus ilusiones socialdemócratas y reformistas y a aceptar el recetario neoliberal, el de León compareció al día siguiente ante la opinión y dio cuentas de lo que había hecho. Por cierto para cosechar, entre otras impertinencias, algunos desprecios e insultos de Rajoy. Ahora que la situación es infinitamente más grave, el mismo prepotente que aseguraba que siempre daría la cara, diría la verdad a los españoles y llamaría al pan pan y al vino, vino, está escondido, oculto, fuera de cobertura, como lo que es: un conejo en su madriguera.
El que pasó la campaña electoral diciendo que el gobierno socialista no sabía salir de la crisis, que Zapatero no inspiraba confianza y que el problema era él mismo; el que decía tener la solución y aseguraba que no subiría los impuestos, no tocaría la sanidad, ni la educación y que no permitíría que nos intervinieran, ha subido lo impuestos, recortado salvajemente la sanidad y la educación y ha ido como un perro apaleado con el rabo entre piernas, a pedir un rescate a la Unión Europea pues, si España estaba mal hace seis meses, después de medio año de desgobierno de este puñado de ineptos, la situación es catastrófica.
¡Ah Pero que el pueblo no se entere de que es un rescate. En lugar de comparecer él mismo a farfullar las vaguedades y tonterías que habitualmente suelta, el cobarde de La Moncloa ha mandado a De Guindos mientras él prepara su viaje a Polonia a ver la Roja. Dicho sea de paso: si este miserable es capaz de no comparecer en estos momentos pero mañana va a ver el partido de fútbol, el oprobio y desprecio que suscitará no tendrán parangón. Aunque, para que esto opere, sería necesario que el menda tuviera algo de dignidad. Y no es el caso.
De Guindos, el genio de Lehman Brothers, ha comparecido a ver cómo podía dar la noticia del rescate mintiendo, convirtiéndola en otra cosa. Mientras toda la prensa extranjera habla de bail out, o sea, rescate, Guindo tiene la orden de hablar de "préstamo financiero". Es igual que lo que intentaron hacer cuando el 11-M: tratar de convencer a la gente de que no habían sido los islamistas, sino ETA, es decir, mentir a mansalva en contra de lo que la realidad mostraba a la vista y todos los medios internacionales decían. Mentir para salvarse, para seguir aferrados a los cargos, cobrando por hacer las cosas mal Ahora están en lo mismo: mintiendo con un morro kilométrico en mitad de la chirigota de la plaza.
Los españoles ¿nos merecemos un gobierno tan indigno? No es ya solamente que sus ministros considerados aisladamente, sean una vergüenza en cualquier país civilizado, que Báñez sea un beata; Mato una analfabeta; Wert un engreído petulante; Guindos un inepto; Montoro un charlatán; Cañete un necio; Rajoy un farfollas ignorante, con el añadido de la provocadora Aguirre, el corrupto Camps, la embustera Cospedal, no. Se trata de que, en su conjunto, el PP y sus gobiernos han expoliado España, la han arruinado y ahora la han entregado a la arbitrariedad de los extranjeros y su único preocupación es cómo mentir a la gente para ocultar el desastre que han provocado, salvarse de la quema y, si es posible echar las culpas a los demás..
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).