Recibo de un amable lector, Illán Palao, el siguiente memento:
“Es un disparate subir el IVA en tiempos de crisis”
“Este Gobierno no va a subir el IVA”
Montoro: “No habrá subida del IVA”
“La subida del IVA es la puntilla para el comercio, el turismo y la industria”
“Subir el IVA un 2% es como bajar el 2% el salario de los trabajadores”
Cristóbal Montoro: “No rotundo a la subida del IVA”
“La subida del IVA es un disparate”
Rajoy: “No está en nuestras previsiones subir el IVA”
“Es una vergüenza lo de los presos”
“El Gobierno debería pedir perdón por mentir sobre ETA”
“Entregar el petróleo a extranjeros es de un país de quinta”
“El Gobierno paga su ineficacia con los pensionistas, los más débiles”
“La reforma sanitaria en ningún caso perjudicará a los ciudadanos”
“El copago no está sobre la mesa, así de simple y así de claro”
Rajoy: “No soy partidario del copago en la Sanidad”
“El PP apuesta por la gratuidad en la sanidad”
Rajoy: “No voy a hacer el copago
“Los pensionistas no tienen la culpa de los disparates del Gobierno””
Cospedal: “¡Claro que estamos en contra de la amnistía fiscal!”
Rajoy: “Esperemos que la amnistía fiscal sea la última ocurrencia del Gobierno”
Guindos: "La posibilidad de un corralito en España es un sinsentido" .
Está claro de qué se avisa aquí. Si Guindos dice que no habrá corralito, habrá corralito. Sí, es posible. El corralito es el resultado de un fenómeno colectivo de pánico por definición irracional, un pánico bancario, un run on the banks en inglés. Ciertamente una de las mejores maneras de conseguir que se produzca es hablar de él, para negarlo o para poner en solfa la negación. Cuanto más se hable del corralito, más verosímil será este.
Y, en definitiva, ¿qué es el corralito? La restricción de acceso de los impositores a sus depósitos bancarios. El caso de la Argentina en 1991, que fue en donde arrancó la práctica, era algo distinto al de España porque, aunque se había decretado la convertibilidad, de forma que un peso era un dólar, seguía habiendo dos monedas independientes y, si las cosas se ponían feas, que se pusieron, el gobierno solo tenía que suspender la convertibilidad y establecer un nuevo tipo de cambio a la baja del peso (1,40 pesos por dólar), lo que se llamó después el Corralón, esto es, una devaluación. En España, en cambio, no hay dos monedas sino solo el euro, cuyo valor está determinado fuera y con el que hay que pechar, con lo cual no hay posibilidad de corralón. Solo de corralito. Pero esta no se cumplirá porque De Guindos sostiene que es un sinsentido.
(La imagen es una foto de noahjeppson, bajo licencia de Creative Commons).