Palinuro está encantado de que tanto el candidato ya postulado, Rubalcaba, como la candidata in péctore, Carme Chacón, se hayan pronunciado por unas elecciones primarias abiertas, "a la francesa". Podrían haber dicho "a la norteamericana" en muchos lugares desde hace tiempo. Dar a los ciudadanos la posibilidad de influir en quién sea el próximo secretario general del PSOE es muy democrático, muy buen comienzo para una etapa de renovación. El PSOE no pertenece a nadie, no a un individuo ni a una oligarquía, ni a un grupo de barones. Pertenece a toda la sociedad española. Ya lo dice su nombre, es un partido español y es natural que los españoles puedan decir algo sobre las decisiones que luego los afectarán.
Preocupado por la imagen de tumulto que el PSOE pueda proyectar con estas elecciones, Rubalcaba recuerda que "no es un movimiento social". Sin duda quiere marcar distancias con el 15-M. Es claro que el PSOE no es un movimiento, pero tampoco es sólo un partido, sino algo más. Y en ese algo más caben sus votantes.
Es de esperar que el Congreso apruebe el procedimiento de primarias abiertas. Queda por saber si habrá más candidat@s. Una vez sabido lo que corresponde es fijar el día de la votación lo antes posible y entre tanto llevar adelante sendas campañas electorales de juego limpio entre los candidatos, de neutralidad del aparato del partido y de debate de ideas. La izquierda es democrática y la socialdemocracia del siglo XXI tiene que encontrar su camino.
La imagen es una foto de Irekia, bajo licencia de Creative Commons).