dilluns, 22 d’agost del 2011

Balance del espectáculo peregrino.

I. Intendencia.

Nadie niega ya que el coste de la JMJ haya recaído íntegro sobre las espaldas de los contribuyentes españoles y madrileños en concreto. Al principio, la jerarquía y sus monagos y correveidiles intentaron engañar como suelen. Pero está claro que los millones donados por las empresas llevan una desgravación del ochenta por ciento y que el gratis total del millón de jóvenes en alojamientos, comidas, transportes (veinte por ciento del precio) y museos lo pagamos los madrileños. Ahora recurren a la especie de que ese millón de gratistotales habrá dejado buena pastuqui en la capital. Otra mentira. Habrán dejado algo, poco, a los comerciantes de licores (como se aprecia en la foto), a los chinos del centro y a los vendedores de postales. ¿Qué consumo van a hacer unos mendas que vienen a gastos pagos? Y todo por 190 euros la mochila milagrosa. El negocio es para la iglesia católica, como siempre, proyección española de ese paraíso fiscal que es el Vaticano, gran inversor en una multinacional que fabrica viagra y preservativos. Ya se sabe que el dinero non olet y la empresa está boyante. El negocio, que es lo que aquí importa, fue un éxito. 190 millones de ingresos y veinte por ciento de costes, unos 150 millones: beneficio fabuloso. Y los madrileños, a aguantar la patulea.


II. Doctrina.

Las elaboraciones teóricas de Benedicto han sido endebles porque este Papa presume de filósofo pero no pasa de sofista. Palinuro las ha comentado a lo largo de la semana y se resumen en una breve palabra: no. No al consumismo; no al relativismo; no al hedonismo; no a las ciencia; no a los matrimonios gay; no al divorcio; no al control de la natalidad; no al aborto. Este papa será conocido como Herr Nein. Hasta lo que afirma como sí, el celibato, por ejemplo, es un no encubierto: no a la vida sexual del clero. Es de agradecer, sin embargo, que este pastor que viene en viaje privado y come y departe con todas las autoridades del siglo, no haya tronado contra el gobierno y las leyes vigentes en España, como un Bautista, ni incitado al pueblo a la desobediencia. Ha habido entendimiento con las autoridades. ¿A qué precio?


III. Política.



Las autoridades, con el rey a la cabeza, le han rendido humillante pleitesía. Lo del rey es menos grave; al fin y al cabo lo puso Franco, cuyos peregrinos (véase la segunda foto) también fueron a Sol a dar su merecido a los rojos. Pero ver al presidente y ministros de un gobierno democrático de hinojos ante un teócrata, señor del último Estado absoluto y misógino en Europa, que lleva años amparando la pederastia del clero, da vergüenza. La visita de Zapatero a la nunciatura es, guardando las debidas proporciones, como la humillación de Enrique IV ante Gregorio VII en Canossa. ¿La condición? Zapatero ha declarado públicamente que los ignominiosos acuerdos de 1979 con la Santa Sede deben seguir en vigor. Victoria del clero, abyección del poder civil. A cambio, no ha caído a éste un chorreo de anatemas. ¿Valía la pena? Me parece que no porque, aunque los pusilánimes del gobierno no lo crean, los rayos y centellas del sumo sacerdote no impresionan a nadie ni con el aparato del mago de Oz. Este ogro ya no muerde. Los jóvenes van a verlo como podrían ir a ver al gran Mufti a La Meca si costara también 190 euros.


IV. Gratistotales.


Son lo mejor de la JMJ, la sal de la fiesta. ¿Qué joven no se hubiera apuntado a la tournée de dios gratis total? Incluido soponcio en Cuatro Vientos, especie de Woodstock de beatos. Palinuro está pensado apuntarse a la siguiente JM en Río, siempre que salga tan apañada de precio. No es que sea muy joven, pero sí más que el Papa. Entre estos gratistotales ha habido de todo: botellones, gamberradas, ocupaciones de espacios públicos y un punto de kale borroka, cuando unos cuantos, siguiendo la paz del Señor y las consignas de los curas, intentaron reventar la manifa legal de los laicos, cosa que al final tuvo que hacer la policía por incompetencia manifiesta de los papistas. No creo que de este festival salgan los 500.000 matrimonios católicos con que soñaba Rouco Varela convertido en casamentero el día de su cumpleaños, pero muchos habrán ligado y menos da una piedra.


V. Brutalidad policial.


La delegada del Gobierno ha demostrado no ser enteramente incompetente sino sólo medio incompetente. Supo negociar con los laicos, pero no supo impartir órdenes precisas a la policía o ésta no le hace caso. Desde el principio, las fuerzas de seguridad se han puesto a las órdenes de la jerarquía y los gratistotales entre los que, como se ve en la foto, estaban ellas mismas. Con los laicos su actitud ha sido discriminatoria, arbitraria, insultante y muy agresiva. Entendiendo por laicos todos los que no llevaban mochila de gratistotal. Han apaleado a niñas y ciudadanos inermes y pacíficos. Y eso no puede quedar así. Los agentes que hayan agredido e insultado sin motivo a ciudadanos pacíficos que los mantienen con sus impuestos deben ser castigados.


VI. El 15-M


Con su silencio se ha cubierto de gloria. Hace dos meses que Palinuro viene advirtiendo del sospechoso y ambiguo callar del 15-M sobre la iglesia. Esa asamblea de confraternización entre gratistotales y 15-M en Sol, en la que los del 15-M se fundieron en abrazos con los que un día antes querían partirles la cara, despeja la ambigüedad: entre los perroflautas hay abundancia de meapilas. Si el Estado se ha postrado de hinojos ante el teócrata, ¿por qué no la revolución ante sus gratistotales? Al parecer, la lucha por la democracia es compatible con la pleitesía a la organización más antidemocrática que hay en Europa. Antidemocrática y misógina.


VII. Las mujeres.


La iglesia puede predicar lo que quiera. Siempre que se lo pague ella (y no es el caso) no hay nada que objetar. Sus fieles pueden creer lo que les apetezca, faltaba más; también de su bolsillo. Pero lo que no pueden hacer la una ni los otros es incumplir la ley, y en España es ley la igualdad entre hombres y mujeres. La teoría y sobre todo la práctica de la iglesia en relación con las mujeres, a las que discrimina abiertamente por considerarlas inferiores es un delito según los artículos 314 y 510 del Código Penal. Este mismo Código (art. 515, 5º) considera ilícita toda asociación que "promueva la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía, o inciten a ello." Es decir, la iglesia católica es una asociación ilícita. En esa discriminación está la base de la violencia de género.

(Las imágenes se pueden ver en Twitter, bajo licencia de Creative Commons).