Hace unos días el PP en general y el perpetuamente indignado señor Rajoy en particular montaron un cristo vociferante a cuenta de la moción de censura con tránsfuga en Benidorm, la misma ciudad en que antaño se hizo alcalde el inimitable señor Zaplana también apoyado en un tránsfuga. Ayer se culminó una semana en que el PP ha arrebatado al Partido Socialista de Galicia tres alcaldías con ayuda de otros tránsfugas.
El país en pleno contiene la repiración a la espera de que el señor Rajoy se rasgue las vestiduras, se mese los cabellos, los cubra de cenizas y lance sus balbucientes vituperios contra los tránsfugas y todo género de sinvergüenzas, aunque beneficien a su partido del cual sin duda expulsará ipso facto a los concejales que han participado en la rapiña. Seguro.(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).