La señora Ana Mato hace buena a la señora De Cospedal que a su vez hace bueno al señor Rajoy quien hace bueno al señor Aznar, que ya es decir. Ayer compareció en rueda de prensa a la antigua usanza, con preguntas de los periodistas y no con el nuevo formato que han descubierto los políticos de filmar vídeos que se envían luego a las redacciones de los periódicos con declaraciones muy cómodas pues, al no haber público, nadie pregunta nada. La vicesecretaria de Organización Electoral del PP se atuvo al modelo de conferencia clásica de prensa.
Nunca tal hiciera. Los periodistas, que son bastante díscolos y llevaban varios días protestando por las comparecencias públicas de los cargos sin preguntas, no le dejaron respirar y la obligaron a reconocer que no tenía pruebas de las acusaciones del PP. Ante la insistencia de los informadores doña Ana hubo de reconocer que no tenía pruebas pero que los ciudadanos saben que hay una persecución al PP que es lo que se dice cuando no se puede responder nada en concreto. Preguntados al efecto los ciudadanos que conozco dijeron desconocer la dicha persecución. Claro que quizá sea el convencimiento de que existe la que, a ojo de la señora Mato, les conceda la condición de ciudadanos. Sé de razonamientos aun más absurdos.
Como los periodistas siguieran preguntando por los nombres de las personas espiadas por el Gobierno, la señora Mato acabó diciendo que no podía dar nombres pero que es evidente que el Gobierno "ha emprendido una cruzada en contra del PP". Aquí ya soplan los vientos del disparate, del absurdo patafísico, igual que cuando el señor Rajoy acusó al Gobierno de actuar como la Inquisición. ¿Desde cuando son términos negativos cruzada e Inquisición desde el punto de vista de la derecha? La ocurrencia de la Inquisición ya tuvo su comentario. Respecto a la cruzada, ¿hay que creer que una cruzada sea una persecución ilegal? Lo digo porque la última de que se tiene noticia, así bautizada por los obispos españoles que de esto saben algo, la iniciaron los antecesores ideológicos de la señora Mato en contra, según ellos, de la masonería, el comunismo, el libertinaje y otras manifestaciones hediondas de un tiempo de descreimiento.
En definitiva: no tienen pruebas y no pueden dar nombres. Claro, porque han inventado todo el episodio, desde la cruz a la fecha con la intención de desviar la atención de las curiosas vueltas del asunto de corrupción en masa que afecta al PP. Y cuando las cosas se inventan no hay pruebas y la cruzada acaba siendo una persecución ilegal. En efecto, la señora Mato hace buena a la señora De Cospedal.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).